La carrera por las 47ª elecciones presidenciales de Estados Unidos está en pleno apogeo. El expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris se enfrentan actualmente. Millones de estadounidenses emitieron sus votos el día de las elecciones y las tendencias actuales muestran que Trump tiene una ligera ventaja sobre Harris. Sin embargo, Kamla Harris no se queda atrás, por lo que la competencia aún continúa.
Ambos candidatos han logrado grandes avances en los estados indecisos, que son cruciales para determinar el ganador. El mundo está siguiendo de cerca estas elecciones y existe la posibilidad de que si ambos candidatos declaran la victoria el 5 de noviembre, podría haber incertidumbre sobre quién liderará el país más poderoso.
Si ambos candidatos llegan a un punto muerto
Si ambos candidatos declaran la victoria, recordarían las históricas elecciones de 2000, cuando la carrera entre George Bush y Al Gore en Florida fue increíblemente reñida, con un margen de menos del 0,1%.
El proceso de elección presidencial de Estados Unidos es único, ya que la decisión final la toma el “Colegio Electoral”, un grupo de 538 miembros. A cada estado se le asigna un cierto número de “electores” en función de su representación en el Congreso (la Cámara de Representantes y el Senado).
Cómo funciona el colegio electoral
En la mayoría de los estados, el Colegio Electoral sigue la regla de que “el ganador se lo lleva todo”. Esto significa que el candidato con más votos en un estado gana todos los votos electorales de ese estado. Sin embargo, Nebraska y Maine no siguen esta regla. En estos estados, los votos electorales se pueden dividir entre candidatos según la distribución de los votos.
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