Israel: Netanyahu despide al Ministro de Defensa Gallant

Netanjahu verkündete, dass er Yoav Gallant entlassen habe und Außenminister Israel Katz fortan das Verteidigungsminister übernehme. Nebenbei konnte Netanjahu damit von seinem jüngsten Skandal ablenken, in dem einer seiner Sprecher inzwischen in Untersuchungshaft sitzt.

Das Tischtuch zwischen den beiden Likud-Männern war schon lange zerschnitten. Netanjahu hatte Gallant im Frühjahr 2023 schon ein erstes Mal entlassen, als sich der Verteidigungsminister während der Hochphase der Proteste gegen die Justizreform gegen seinen Regierungschef stellte. Damals hatte Gallant offen vor den Folgen der Einschnitte in die Gewaltenteilung gewarnt und gesagt, dass die Reformpläne der ultrarechten Regierung die Sicherheit des Staates gefährdeten, weil immer mehr Reservisten ihren Militärdienst verweigern wollten. Damals hatte Gallants Entlassung eine Protestwelle ungekannten Ausmaßes in Gang gesetzt, die Netanjahu schließlich zwang, seine Entscheidung zurückzunehmen und Gallant wieder in die Regierung zu holen.

Aus seinen Vorbehalten gegen den Verteidigungsminister hatte er jedoch keinen Hehl mehr gemacht und kaum eine Gelegenheit ausgelassen, Gallant politisch zu demütigen. Der frühere General wiederum stellte seinen Dissens mit Netanjahu offen zur Schau – lange in dem Wissen, dass zumindest die amerikanische Regierung fest an seiner Seite stand, die Gallant als den wichtigsten und verlässlichsten Ansprechpartner in der israelischen Regierung betrachtete.

Der jüngste Höhepunkt dieses Machtkampfes kam im September, als Netanjahu offen mit dem früheren Likud-Politiker Gideon Saar über einen Eintritt in die Regierung verhandelte und Berichte zirkulieren ließ, dass Saar Gallants Posten bekommen sollte. Kurz darauf untersagte er Gallant kurzfristig eine Amerikareise, um US-Präsident Joe Biden zu einem Gespräch mit ihm selbst zu zwingen. Biden hatte Netanjahu über Monate jeden direkten Kontakt verwehrt und lieber mit Gallant kommuniziert. Doch als der düpierte Gallant zu Hause bleiben musste, bekam Netanjahu sein erhofftes Telefonat mit dem Präsidenten.

Am Dienstagabend holte Netanjahu dann zum finalen Schlag aus. Er sprach von „substanziellen Meinungsverschieden über das militärische Vorgehen“, die von öffentlichen Aussagen und Aktionen des Verteidigungsministers begleitet worden seien, die gegen Entscheidungen der Regierung und des Sicherheitskabinetts gestanden hätten. Trotz „wiederholter Versuche, diese Konflikte zu lösen”, seien sie immer größer geworden und in „unangemessener Weise“ an die Öffentlichkeit gelangt.

Gallant había dicho abiertamente en repetidas ocasiones que los 101 rehenes que aún estaban en manos de Hamás sólo podrían ser rescatados con vida mediante negociaciones. Tenía a gran parte del establecimiento de seguridad detrás de él. Netanyahu insistió en que la presión militar por sí sola funcionaría contra Hamás. Muchos críticos suponen que al Primer Ministro le preocupa principalmente salvar su coalición con el ministro de policía de extrema derecha, Itamar Ben-Gvir, con quien difícilmente sería posible llegar a un acuerdo con Hamás.

El martes por la tarde, Netanyahu fue un paso más allá al afirmar que la disputa en el gobierno no había pasado desapercibida para su oponente. “Nuestros enemigos disfrutaron de la disputa y se beneficiaron enormemente de ella”.

Gallant respondió en su propia breve conferencia de prensa, en la que identificó tres razones para su despido: su postura inquebrantable sobre el reclutamiento general, incluido el de los ultraortodoxos, que Netanyahu evita por consideración a sus socios de coalición; su compromiso con la devolución de los rehenes y la exigencia de una comisión estatal de investigación para investigar el fallo de seguridad que condujo al ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre – y que Netanyahu también secuestró. Se atendrá a sus principios: “Es lo correcto”, dijo Gallant.

Las protestas no tardaron en llegar el martes por la noche. Miles de personas salieron a las calles de Tel Aviv y otras ciudades, bloqueando importantes rutas de transporte. Gallant era la última esperanza en el gobierno para quienes esperaban un pronto acuerdo con Hamás para liberar a los rehenes. El líder de la oposición demócrata convocó una huelga general. Pero inicialmente no hubo cientos de miles de manifestantes, como después de la primera liberación de Gallant durante la reforma judicial en 2023.

El puesto de Gallant pasará ahora a manos del actual Ministro de Asuntos Exteriores, Katz, que hasta ahora se ha hecho un nombre político con declaraciones concisas pero con poca sustancia. Netanyahu elogió a Katz por su experiencia gubernamental. Se le conoce “como un hombre de acción” que tiene cualidades importantes para liderar una operación militar. Por encima de todo, se espera que Katz sea leal al Primer Ministro y represente su línea.

Gideon Saar será menos predecible como nuevo ministro de Asuntos Exteriores. Saar es considerado uno de los grandes talentos de la política israelí. Una vez abandonó el Likud en una disputa con Netanyahu y no regresó al gobierno con su pequeño partido “Nueva Esperanza” hasta septiembre. En el pasado, Netanyahu siempre se había asegurado de colocar figuras políticas de peso en el Ministerio de Relaciones Exteriores para mantener la soberanía exclusiva sobre las relaciones internacionales de su país. Saar debería intentar desarrollar su propia firma.