El rey y la reina de España fueron arrojados con barro y otros objetos por manifestantes enojados durante una visita a Valencia, afectada por las inundaciones.
Gritos de “asesino” y “vergüenza” se dirigieron a la pareja real mientras caminaba por la localidad de Paiporta, una de las más afectadas de la región.
También se arrojaron objetos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que fue rápidamente evacuado.
Más de 200 personas murieron en las inundaciones, las peores en España en décadas. Los socorristas siguen revisando aparcamientos subterráneos y túneles con la esperanza de encontrar supervivientes y recuperar cadáveres.
Ha habido enojo por la percepción de falta de advertencia y apoyo insuficiente de las autoridades después de las inundaciones.
Las imágenes mostraron al rey Felipe VI caminando por una calle peatonal, antes de que sus guardaespaldas y la policía fueran repentinamente abrumados por una oleada de manifestantes, lanzando insultos y gritando.
Lucharon por mantener un círculo protector alrededor del monarca, mientras algunos de los manifestantes arrojaban barro y objetos.
El rey se enfrentó a varios, incluso abrazándolos.
Las imágenes mostraban barro en los rostros y la ropa del rey, la reina Letizia y su séquito, quienes sostenían paraguas sobre el monarca mientras se marchaban.
El primer ministro Sánchez y el jefe del gobierno regional valenciano, Carlos Mazón, se unieron a la pareja real en la visita, pero fueron rápidamente evacuados cuando la multitud se volvió cada vez más hostil.
Los medios españoles informan que le arrojaron objetos a Sánchez, mientras que imágenes verificadas por la BBC parecen mostrar piedras arrojadas a su automóvil mientras se alejaba.
Después de su salida, la multitud coreó: “¿Dónde está Sánchez?”
“Sólo tengo 16 años”, dijo un chico, Pau, a la BBC entre lágrimas. “Estamos ayudando y los líderes no hacen nada. La gente sigue muriendo. No puedo soportar esto más”.
Otra mujer dijo: “Nos dejaron morir. Lo hemos perdido todo: nuestros negocios, nuestros hogares, nuestros sueños”.
Más tarde se vio a la guardia civil y a agentes montados intentando dispersar a la multitud enfurecida.
La comitiva real tenía intención de viajar a Chiva, otra localidad de la provincia de Valencia gravemente afectada por las inundaciones, pero esa visita ha sido pospuesta desde entonces.
Más tarde, el rey dijo que entendía la “ira y la frustración” de los manifestantes en un vídeo publicado en la cuenta de Instagram de la casa real.
La alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat, dijo a la BBC que estaba consternada por la violencia, pero que entendía “la frustración y la desesperación de la gente”.
Juan Bordera, diputado valenciano, calificó la visita del rey como “una muy mala decisión”.
Las autoridades “no escucharon ninguna advertencia”, dijo Bordera a la BBC.
“Es lógico que la gente esté enojada, es lógico que la gente no haya entendido por qué esta visita es tan urgente”, añadió.
El sábado, Sánchez ordenó la llegada de 10.000 efectivos, policías y guardias civiles más a la zona.
Dijo que el despliegue era el mayor de España en tiempos de paz. Pero añadió que era consciente de que la respuesta “no era suficiente” y reconoció “graves problemas y escasez”.
Las inundaciones comenzaron el martes, tras un período de intensas lluvias. Las inundaciones provocaron rápidamente el colapso de puentes y envolvieron las ciudades en un espeso lodo.
Muchas comunidades quedaron aisladas y sin acceso a agua, alimentos, electricidad y otros servicios básicos.
El domingo, el número de muertos por las inundaciones aumentó a 217 y se teme que muchos más estén desaparecidos.
Casi todas las muertes confirmadas hasta ahora se han producido en la región de Valencia, en la costa mediterránea.
Algunas zonas han quedado particularmente devastadas. Las autoridades de Paiporta, localidad visitada hoy por la comitiva real, han informado de al menos 62 fallecidos.
La agencia meteorológica española AEMET emitió su nivel más alto de alerta el domingo para partes del sur de Valencia, incluidas las ciudades de Alzira, Cullera y Gandía.
Las tormentas intensas que se pronostican para pasar por el área no serán de la escala de las del martes, dijo la agencia, y se esperan 90 mm (3,45 pulgadas) de lluvia.
Con información adicional de Mimi Swaby
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