Cientos de vecinos de Paiporta, sintiéndose abandonados a su suerte, atacaron violentamente al rey, a la reina, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como al jefe del ejecutivo regional, que visitaban el lugar de las inundaciones.
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Una multitud de víctimas enojadas arrojó barro y gritó insultos al rey español Felipe VI durante su primera visita a una de las ciudades más afectadas por las mortales inundaciones.
Los Reyes habían llegado esta mañana a la Comunidad Valenciana para visitar Paiporta y Chiva.
Acompañaron al monarca funcionarios del Gobierno y el presidente de la región que intentaron hablar con algunos vecinos mientras otros le gritaban en Paiporta, un suburbio de la ciudad de Valencia que quedó devastado.
Al paso de la procesión, varios ciudadanos comenzaron a arrojar objetos y barro, blandiendo palas y palos al aire, acción que las fuerzas de seguridad no esperaban, ya que no lograron distanciar de inmediato a la pareja real y a los líderes políticos.
La Guardia Civil, junto con agentes policiales, improvisó un cordón para contener a la multitud de varios, que coreaban repetidamente “Asesinos, asesinos“.
Los guardaespaldas abrieron paraguas para proteger a la realeza y a los funcionarios, mientras los manifestantes les arrojaban barro.
Según el diario El País, fue especialmente el jefe de gobierno quien atrajo la iray el rey “Intenté calmar los ánimos hablando con algunos residentes locales.“, quien criticó a las autoridades por haber tardado en acudir en su ayuda.
Felipe VI estrechó la mano de un hombre, informa The Associated Press. Alguien parece haber llorado sobre su hombro.
Según información aún no verificada, uno de los escoltas resultó herido.
Tras este tenso momento, el rey abandonó la zona en un coche, que había sido desplazado tras arrojarle barro, según informó la cadena TVE.
Felipe VI también tenía previsto visitar Chiva, otra ciudad gravemente afectada por las inundaciones, pero esto la visita fue finalmente cancelada.
Con el hallazgo este domingo de cadáveres en Letur (Albacete) y Pedralba (Valencia), el saldo de la catástrofe natural que asoló el este de España asciende ya a 217 muertos: 213 en Valencia, tres en Castilla-La Mancha y uno en Andalucía.
Las infraestructuras también han colapsado y los daños son incalculables. El temporal continúa y se mantiene la alerta naranja en Baleares.
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