Una primera voz del fútbol europeo se alza tras el asunto Diarra. En el diario británico The Sun, el sábado, la vicepresidenta del West Ham, Karren Brady, explicó públicamente su preocupación tras la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de favorecer al ex internacional francés en su disputa con el Lokomotiv de Moscú. Esta disputa se refería en particular a las condiciones de su salida del club ruso hace diez años.
A favor del excentrocampista, el tribunal dictaminó que determinadas normas de la FIFA sobre transferencias de jugadores eran contrarias a la legislación de la Unión Europea relativa a la competencia y la libertad de movimiento. Suficiente para abrir una brecha hacia una revolución en el mercado de fichajes, donde los jugadores podrían rescindir más fácilmente su contrato antes de unirse a otro equipo, lo que podría poner fin a las compensaciones económicas que reciben los clubes durante las transacciones de jugadores.
“Si los jugadores pueden romper sus contratos y moverse por el mundo, el sistema colapsará”
“El resultado del asunto Diarra preocupa a todos”, comienza antes de continuar: “Pero una cosa es segura: si un jugador tiene derecho a rescindir su contrato porque quiere irse a otra parte, su club también podría hacerlo. Habrá caos y anarquía total. Si los jugadores pueden simplemente romper sus contratos y moverse por el mundo, todo el sistema colapsará.
Brady también menciona el impacto que esta nueva situación podría tener en los niveles inferiores, donde los clubes más pequeños ya no recibirían cláusulas de reventa ni compensaciones por formación a los jugadores que se unen a equipos más prestigiosos. “Este dinero puede cambiar la vida de un club amateur o semiamateur. Si no hay más cuotas, no habrá más dinero y el impacto será increíble”, añade.
“Actualmente puedo pagar 80 millones de libras para fichar a un jugador con un contrato de cinco años y hacer que esa inversión sea sostenible en términos contables”, concluye su demostración. “Pero si este jugador puede ir gratis al Manchester City y yo tengo que amortizar 80 millones de libras cada vez, ya estaríamos en quiebra”.
Artículo original publicado en RMC Sport
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