Defensivamente, Fulham ha sido un hueso duro de roer, perdiendo sólo cuatro partidos hasta ahora. Recientemente, Silva se ha apoyado en una configuración de tres centrales, inicialmente defendiendo en una formación 4-4-2. En este sistema, un extremo avanza para apoyar al delantero en la presión, con Timothy Castagne actuando como lateral derecho y Calvin Bassey moviéndose hacia el lateral izquierdo con Robinson delante de él. Sin embargo, la intensidad de la presión del Fulham en todo el campo está por debajo del promedio, y rápidamente hacen una transición a un bloque 5-4-1 para defender en los tercios medio y defensivo, dejando a Robinson nuevamente en un rol más familiar de lateral. Esta estructura los hace particularmente difíciles de derribar, ya que permiten la cuarta menor cantidad de toques en su área de penalti y la segunda menor cantidad de entradas al área de penalti mediante regateos.
Si bien Fulham puede ser difícil de derrotar en juego abierto, tiene un punto débil cuando se trata de jugadas a balón parado. A pesar de estar entre los cinco últimos en jugadas a balón parado concedidas, están entre los cinco primeros en tiros concedidos en situaciones de pelota muerta, lo que sugiere que las jugadas a balón parado podrían ser una debilidad potencial a explotar. Un factor importante aquí son las estadísticas de duelo por debajo del promedio del Fulham en todos los ámbitos. Como equipo, ocupan el cuarto peor lugar en la división en duelos aéreos, ganando solo un 48,1% en promedio, con los centrales Andersen y Bassey ubicados en el 45% inferior en sus tasas de victorias individuales. A esto se suma su tendencia a permitir 16,8 centros por partido, la undécima mayor cantidad en la Premier League. Con la destreza aérea de jugadores como Tomáš Souček, los Hammers podrían explotar la debilidad del Fulham haciendo que los laterales avanzaran para lanzar centros peligrosos al área.
Cualquiera que sea el plan, el Fulham de Silva es un equipo difícil de vencer esta temporada. Spurs, Arsenal, Liverpool, Brighton, Bournemouth y Chelsea no han podido quitarles tres puntos solo en las últimas seis semanas. Para que West Ham haga lo que esos equipos no pudieron, necesitarán igualar la intensidad del equipo de Silva, defender su área de manera impecable y encontrar esos momentos de calidad que marcan la diferencia en el último tercio. Una tarea difícil, sí. Pero, con jugadores como Maximilian Kilman y Souček liderando la carga aérea, el West Ham tiene la calidad necesaria para hacer el trabajo.
Los puntos de vista y opiniones expresados en este artículo son los de Analytics United y no reflejan necesariamente los puntos de vista y opiniones de West Ham United.