Según Jean-François Bohnert, invitado en BFMTV-RMC este lunes 6 de enero, cuando se abre el juicio sobre la financiación libia de la campaña de 2007, también se descubrió un “pacto de corrupción” entre el clan Sarkozy y las autoridades libias de la época.
“Todo lo que digo está documentado en el expediente”. Este lunes 6 de enero, en la BFMTV-RMC, día de apertura del juicio en el caso de la supuesta financiación por parte de Libia de la campaña presidencial de Nicolas Sarkozy en 2007, Jean-François Bohnert, fiscal de la fiscalía financiera nacional, insistió en que el trabajo de la Los jueces de instrucción, que “duraron casi diez años”, permitieron rastrear “flujos financieros”.
“Hoy tenemos pruebas de que una cantidad total de seis millones de euros salieron de fondos públicos libios y llegaron a Francia a través de intermediarios”, afirmó.
Según Jean-François Bohnert, estos fondos desaparecieron “porque llegaban la mayor parte del tiempo en efectivo o, en cualquier caso, eran objeto de transferencias a través de zonas extraterritoriales”.
“Triangulación”
La fiscalía cree que el “pacto de corrupción” se estableció en el otoño de 2005 en Trípoli, bajo la tienda de campaña de Muammar Gaddafi, conocido por ser muy generoso con sus visitantes extranjeros.
En BFMTV-RMC, Jean-François Bohnert confirma esta tesis del “pacto de corrupción” entre “por un lado, un candidato a las elecciones presidenciales, Nicolas Sarkozy, sus allegados, y, por otro, las autoridades libias, al frente del cual todavía está el coronel Gadafi”.
“Es en esta triangulación donde se desarrollará el pacto contra la corrupción, en el sentido de que las autoridades libias prometerán dinero a Nicolas Sarkozy y sus familiares para apoyar y financiar la campaña electoral”, añade. .
La fiscalía no pudo establecer un monto total exacto de la supuesta financiación. Pero después de 10 años de investigación, un “conjunto de pruebas” convenció a los jueces de instrucción de la existencia de este apoyo financiero.
Contrapartes
Los magistrados se basaron en particular en las declaraciones de siete antiguos dignatarios libios, en los discretos viajes a Libia de Claude Guéant y Brice Hortefeux, en transferencias sospechosas o en los cuadernos de notas del ex ministro libio de Petróleo Choukri Ghanem, encontrado ahogado en el Danubio en 2012.
¿Las supuestas contrapartes? Primero, una rehabilitación internacional: Gadafi será recibido con gran fanfarria por Nicolas Sarkozy, recién elegido presidente, durante una controvertida visita a París, la primera en tres décadas.
Pero también la firma de importantes contratos y una ayuda jurídica a Abdallah Senoussi, director de la inteligencia libia condenado a cadena perpetua en ausencia en Francia por su papel en el ataque al UTA DC-10 en 1989, que costó la vida a 170 personas. personas entre ellas 54 franceses. Una veintena de familiares son partes civiles en el juicio.