Eric Lombard acaba de ser nombrado Ministro de Economía este lunes 23 de diciembre. Una posición estratégica ya que el gobierno debe trabajar en la creación de un presupuesto para 2025.
El anuncio estaba muy retrasado. François Bayrou reveló finalmente la composición de su gobierno este lunes 23 de diciembre y Eric Lombard, hasta entonces director general de la Caisse des Dépôts desde finales de 2017, toma oficialmente las riendas de Bercy. Con una agenda próxima muy ocupada, mientras Francia tiene una deuda de 3.300 millones de euros.
Pequeña ventana para Bercy en el PLF
Primer expediente candente que debe colocarse en lo más alto de la lista: el proyecto de ley de finanzas de 2025, cuyo examen parlamentario se reanudará el 14 de enero. Para respetar este apretado calendario, François Bayrou probablemente tendrá que inspirarse en la copia del gobierno dimisionario para formular su declaración de política general el 14 de enero y cerrar su actual presupuesto a mediados de febrero. El nuevo Primer Ministro, François Bayrou, dijo que esperaba la aprobación de un presupuesto “a mediados de febrero”, admitiendo “no estar seguro de llegar allí”. El 24 de febrero representa una fecha límite con el inicio del receso invernal de la Asamblea.
Antes, se reanudarán los trabajos del Senado sobre la parte de gastos, luego el texto volverá a segunda lectura en la Asamblea Nacional con un nuevo examen de los ingresos. Es en esta fase cuando Bercy podrá intervenir en el ámbito fiscal; el ministerio podría esperar aplicar retroactivamente determinadas medidas como el recargo a las grandes empresas (IS), aunque las posibilidades sean escasas.
Escala impositiva en debate
Este tema constituirá el quid de la cuestión, ya que 400.000 nuevos hogares estarán sujetos a impuestos y 18 millones de hogares observarán un aumento de su forma impositiva en el marco de la ley especial adoptada para compensar la ausencia del PLF y del PLFSS para 2025. Estimaciones del Observatorio francés de las condiciones económicas (OFCE) que confirman que la clase media sería la más penalizada.
Por su parte, los 75.000 hogares más ricos (es decir, alrededor del 0,3% de los franceses) que ganan más de 250.000 euros al año (500.000 euros para una pareja) están por el momento exentos de la contribución excepcional del presupuesto de 2025. Lo mismo ocurre con los grandes grupos. que podrán beneficiarse de una reducción fiscal de 8 mil millones de euros.
Por lo tanto, podemos esperar que el debate sobre la indexación de la escala del impuesto sobre la renta a la inflación vuelva al centro de las discusiones, mientras que las modificaciones propuestas en la ley especial fueron consideradas inadmisibles por la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet.
Impuestos comerciales e industriales
Este trato desigual podría crear resentimiento popular y Bercy se preguntará si retomará o no las medidas emblemáticas de su predecesor: como el aumento de las deducciones obligatorias de más de 20 mil millones de euros o la exención de las cotizaciones empresariales para los salarios bajos (4 mil millones de euros).
Lo mismo ocurre en la industria, mientras que el sector ha estado marcado por oleadas de sucesivos planes sociales. Por lo tanto, se debatirá el futuro de los impuestos a la producción, así como el resultado de la prevista abolición del CVAE.
Otras medidas tributarias suspendidas por falta de presupuesto antes de 2025:
- Créditos fiscales para startups tipo CII y CIC
- Ayuda excepcional a los agricultores y a Nueva Caledonia
- Ciertas medidas vinculadas al poder adquisitivo, como la ampliación del uso generalizado de los vales de comida en los supermercados
Por último, el fin del escudo tarifario el 31 de enero de 2025 también será el centro de atención porque, incluso sin presupuesto, los impuestos sobre la electricidad volverán al nivel anterior a la crisis energética.