Ange Postecoglou describió la primera semifinal de su carrera en el Tottenham Hotspur como un “progreso” para su equipo devastado por las lesiones, incluso si el Manchester United los hizo sudar en una agitada victoria por 4-3. “Una cosa es que los elogie”, dijo. “Pero necesitan la recompensa de ganar, y cómo les hace sentir, para poder volver al pozo”.
Los Spurs jugarán contra el Liverpool a dos partidos en los cuartos de final de la Copa Carabao, con el partido de ida en el norte de Londres en la primera semana de enero y el segundo en Anfield en la primera semana de febrero. El ganador se enfrentará al Arsenal o al Newcastle en la final en Wembley, y Postecoglou espera que sus preocupaciones por las lesiones hayan disminuido para cuando lleguen esos partidos.
Para estos cuartos de final faltaban diez jugadores veteranos, Timo Werner fue el último en enfermarse el día del partido, pero Postecoglou elogió a su improvisado equipo.
“Cuatro goles con lo básico de un equipo es un gran mérito para los jugadores”, dijo. “Nos cansamos en la segunda mitad, pero todavía estoy muy orgulloso del esfuerzo de los jugadores”.
La tarea del Tottenham se complicó en la segunda mitad por dos errores inusuales del portero Fraser Forster, lo que le dio al United una ruta de regreso al juego con 3-2. Pero fiel a su estilo, Postecoglou no estaba de humor para disolver los principios basados en la posesión sobre los que construyó su filosofía de entrenamiento.
“Es justo decir que en 26 años ha habido algunos de ellos [errors]”, dijo. “Pero siempre he sentido que los pros superan a los contras. No creo que seríamos el equipo que somos si no mantuviéramos la convicción en torno a nuestras creencias”.
El entrenador del United, Rubén Amorim, defendió la decisión de dejar nuevamente a Marcus Rashford fuera de su convocatoria para el día del partido. “Si siento que hago lo correcto para el equipo, nunca es un error”, afirmó. “Los muchachos que entraron al campo [Amad Diallo and Alejandro Garnacho] Cambió el juego”.
Amorim también afirmó que su equipo tenía más control del partido de lo que sugería el marcador. “Nos desconectamos ocho minutos del segundo tiempo y eso nos costó el partido”, afirmó. “Sufrimos un gol y luego necesitábamos tener una posesión larga para calmar el juego. Pero vi un equipo que sabe lo que queremos hacer”.