Fueron los empleados de la empresa de servicios públicos Fluvius quienes encontraron el paquete sospechoso. Dieron la alarma a la policía porque no estaba claro de inmediato de qué se trataba, pero sí temían un riesgo de explosión. Por eso se llamó al servicio de remoción de minas DOVO. Si bien su trabajo era investigar el paquete, la policía consultó para establecer un perímetro de seguridad.
Pueblo evacuado
Se decidió establecer un perímetro de 300 metros y eso tuvo consecuencias importantes. No sólo se cerraron al tráfico varias calles cerca de Leon Bekaertlaan, sino que también se cerró la carretera de acceso a Maasmechelen Village e incluso el centro comercial tuvo que ser evacuado. Mientras tanto, la zona policial de Lanaken-Maasmechelen proporcionó la asistencia necesaria a sus compañeros de la zona de Maasland.
Si bien las interrupciones del tráfico en la región continuaron aumentando debido a las medidas preventivas de seguridad, quedó claro que se trataba de una falsa alarma.
Bomba de practica
El paquete sospechoso era un explosivo falso. La llamada bomba improvisada, conocida en el ejército como IED, ya había sido utilizada anteriormente durante un ejercicio del ejército belga en la reserva natural en la frontera entre Dilsen-Stokkem y Maasmechelen.
Normalmente los soldados se llevan todo su equipo de entrenamiento después del entrenamiento, pero esta vez habían sido descuidados y lo habían dejado atrás.
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