Lucas Chevalier compartió este miércoles su incomprensión tras la falta de sanción contra Wilfried Singo a pesar de su gran suela en la cara de Gianluigi Donnarumma. El portero del Lille cuestionó la polémica decisión del árbitro en el choque Mónaco-PSG.
Una decisión que cuestiona tanto como suscita polémica. Al sonar el pitido del duelo entre Mónaco y PSG (2-4) de este miércoles en el partido de ida de la 16ª jornada de la Liga 1, François Letexier decidió no sancionar a Wilfried Singo tras su gran golpe con la suela en la cara a Gianluigi Donnarumma.
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Una decisión que no le cae nada bien a Lucas Chevalier. En un mensaje publicado en sus redes sociales, el portero del Lille reaccionó rápidamente tras este importante acontecimiento del partido.
“No hay rojo”, preguntó el portero de los Dogues, completando su pregunta con varios emoticonos dudosos o incluso indiferentes tras una nueva decisión arbitral controvertida esta temporada.
Diez grapas en la mejilla de Donnarumma
La salida de Lucas Chevalier contra el arbitraje, por más mesurada que sea, puede entenderse como el shock que pareció impresionante en televisión. Y probablemente más aún para un portero que bien podría haberse encontrado en el lugar de ‘Gigio’ Donnarumma en una acción así.
Lesionado, sustituido por el ruso Matvey Safonov y rápidamente atendido en los vestuarios del Stade Louis-II, al italiano hubo que colocarle diez grapas en la mejilla derecha. Víctima de un “traumatismo facial con múltiples heridas”, según el primer parte médico publicado por el PSG tras el partido, Gianluigi Donnarumma deberá someterse a exámenes adicionales y observar varios días de descanso.
¿Una interpretación del reglamento favorable a Singo?
Pero si la ausencia de sanción a Wilfried Singo provocó una reacción tan fuerte por parte de Lucas Chevalier u otros actores y observadores de la Ligue 1 como Marquinhos o Daniel Riolo, podemos encontrar una explicación a la decisión de François Letexier.
Si el árbitro central no compareció ante el micrófono de la emisora para justificarse, las reglas de juego de la Ifab (International Football Association Board) distinguen entre una “actitud imprudente” y una “actitud imprudente”. Y evidentemente, para el árbitro, la suela del defensa monegasco fue considerada imprudente por François Letexier.
“Hablamos de actitud imprudente cuando un jugador compite por el balón sin atención, consideración o precaución”, detalla el párrafo 12.1 del reglamento de la IFAB. Una interpretación que, por tanto, evitó una segunda tarjeta amarilla o incluso una roja directa a Wilfried Singo, pero que quizás lleve a un análisis a posteriori por parte del DTA para analizar con mayor claridad este hecho de juego que marcó la mente y la figura de Donnarumma.