Tras la derrota por 8-0 ante el PSV, Wessel Boer, defensa del Royal HFC, no se rindió. De hecho, apareció en la rueda de prensa de clausura muy animado.
Bóer era el defensa central del equipo de segunda división y se le asignó la tarea de detener al hambriento de gol Ricardo Pepi. Eso no funcionó exactamente.
Según el acta, el entusiasta estadounidense marcó oficialmente dos goles, pero también jugó un papel decisivo en dos goles en propia meta para el HFC. Tras el pitido final, el Bóer sólo tenía en mente una camiseta.
Cuando se le preguntó sobre esto en la conferencia de prensa posterior, el hombre-decker de repente se puso a cantar. “Ri-car-do Pe-pi”, tararea alegremente ante la afición del PSV. Esto provoca muchas risas en la sala de prensa.
“¡Eso todavía está en mi cabeza!”, explica riendo. “Tuvimos algunos duelos bonitos, así que tenía que tenerlo. Un bonito recuerdo”. Como defensor, debía haber esperado en secreto evitar que Pepi anotara.
El atacante anotó dos, aunque Bóer había perdido la cuenta. “¿Dos goles? ¡Pensé que había marcado cuatro!” Las risas vuelven a surgir en la sala de prensa. “Oh, no, dos goles, y dos veces no lo hice bien. Me culpo por eso”.
El bóer, que lucha por su forma física, lo dejó todo para llegar al partido en el Philips Stadium. “Aún no estoy al 100% en forma; de lo contrario, Pepi no me habría hecho una y me habría comprado otra”, bromea una vez más.
Con un déficit de 4-0, el defensor tuvo un cabezazo para marcar el gol del honor. “Probablemente tendré algunas pesadillas sobre eso”, suspira. Luego otro chiste. “Quizás ese gol hubiera sido el motivo para poner el 4-4, pero no fue así”.
En el segundo acto, los aficionados ciertamente tuvieron oportunidades de complacer a los aficionados visitantes. “Si en la segunda parte hubiera sido 4-4, lo habría merecido”, volvió a decir en tono de broma Bóer.
“Fuimos amo y señor durante los primeros cinco minutos”, continúa con un cóctel de humor y arrogancia. “Hay risas, pero es verdad. Voy a ver el partido de nuevo y pensaré en repetir los primeros cinco minutos unas cuantas veces más, porque estábamos en un buen lugar”.