Este fin de semana de campeonato nos deparó muchas sorpresas, desde los estrechos empates de Milán y Juventus hasta la sensacional derrota de la Roma. La Fiorentina también cae ante un excelente Bolonia, mientras Atalanta y Napoli sonríen. A la espera del gran partido de mañana entre Lazio e Inter, demos algunos números.
Carnesecchi 8: El primer dato que llama la atención cuando se habla del Atalanta en este momento es inevitablemente el de las diez victorias consecutivas en la Serie A, salpicadas de veintiocho goles marcados. Sin embargo, pasa demasiado desapercibida la impermeabilidad de los hombres de Gasperini, que han dejado la portería a cero en cinco ocasiones en una racha de éxitos consecutivos y sólo han encajado cinco goles. Unas cifras que contrastan claramente con las de un inicio de temporada en el que se había encajado un número claramente excesivo de goles. Sin duda, el mérito es de todo el paquete defensivo, pero Carnesecchi está echando una gran mano (en todos los sentidos). Ante el Cagliari el portero nacido en 2000 destacó por una serie de intervenciones decisivas, que permitieron al Atalanta conseguir un éxito tan difícil como importante. En cualquier caso, el rendimiento de Carnesecchi sigue creciendo, atrayendo una lluvia de merecidas atenciones hacia el joven de veinticuatro años.
Odgaard 7: Bien, bien hecho, trío. Con el gol decisivo contra la Fiorentina, el delantero rossoblù anotó su tercer gol en la liga, superando los dos totales de toda la última Serie A. Motta había empezado a incluirlo, Italiano lo hizo titular. En este papel de atacante de apoyo móvil se siente muy bien, casando perfectamente con las características de Castro y los demás intérpretes ofensivos. Sin dar nunca puntos de referencia, es capaz de rematar desde prácticamente cualquier posición. Esta vez optó por un golpe con el pie derecho, que ciertamente no es su pie favorito. Las cualidades de Odgaard habían empujado a Sassuolo a invertir casi seis millones cuando tenía diecinueve años. A los veinticinco años parece finalmente estar preparado para demostrar lo que sólo había vislumbrado brevemente en Holanda.
La Roma de Ranieri 5.5: Roma, como sabemos, es un lugar bipolar, capaz de pasar de la exaltación a la depresión en un abrir y cerrar de ojos. En este sentido las opiniones de los últimos días habían sido demasiado optimistas. Los dos éxitos contra Lecce y Braga fueron importantes, por Dios, pero aún insuficientes para hablar de un equipo en alza. En Como el paso atrás fue evidente, sobre todo en la segunda parte. El balance de los seis partidos bajo la dirección de Ranieri es de dos victorias, un empate y tres derrotas. Considerando la reputación y la calidad de algunos de los oponentes, no podemos hablar de un camino desastroso, pero sí al menos insuficiente. Por lo tanto, por el momento, los Giallorossi no pueden definirse como convalecientes, sino todavía enfermos.
Milán 5: La fiesta por los ciento veinticinco años del club comenzó con aplausos para las numerosas leyendas que se encontraban sobre el terreno de juego antes del partido, pero el ambiente tenso se dejó sentir desde el principio. El clima de protesta hacia el club, la ausencia silenciosa y pesada de Maldini y la alternancia de resultados fueron el verdadero aperitivo del partido contra el Génova. A todo ello hay que sumarle las duras palabras de Fonseca en los últimos días, la exclusión de Theo Hernández y la titularidad de los jóvenes Jiménez y Liberali. El resultado de todos estos componentes fue una actuación tensa e imprecisa, que culminó con un decepcionante 0-0 y un incesante aluvión de abucheos. Además, en los últimos cinco partidos de la Serie A sólo ha habido una victoria y en tres de los últimos cuatro del campeonato en San Siro el ataque se ha mantenido seco. Todos datos que certifican la necesidad de encontrar un antídoto que de momento, sin embargo, aún no existe.