Mark Murphy, veterano político del condado de Orange, muere a los 67 años

Mark Murphy, veterano político del condado de Orange, muere a los 67 años
Mark Murphy, veterano político del condado de Orange, muere a los 67 años
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Mark Murphy fue elegido alcalde de Orange por primera vez en 2000 y luego cumplió dos mandatos más. (Christine Cotter/Los Ángeles Times)

Cuando el concejal Mark Murphy fue elegido alcalde de Orange en 2000, el margen de victoria era muy reducido. Con cerca de 37.000 votos emitidos, Murphy ganó por 280.

La campaña había sido especialmente amarga cuando la ciudad se vio envuelta en un debate sobre los méritos de los espacios abiertos frente a un desarrollo de 1.700 viviendas, un escándalo sobre una empresa de basura que estafó a Orange 4,3 millones de dólares y la renovación histórica de la querida plaza de la ciudad.

Cuatro años más tarde, Murphy ganó cómodamente la reelección, un referéndum sobre su popularidad y su capacidad para generar consenso por el bien de la comunidad. Apodado “Mr. Orange”, estaba entre los impulsores más feroces de la ciudad, frecuentaba exhibiciones de autos antiguos, el Desfile de Mayo en Olde Towne y tocaba la guitarra en los Conciertos en el Parque de la ciudad.

El veterano político, que se desempeñó como alcalde por tercer mandato en 2018, murió a los 67 años, según funcionarios de la ciudad. No se dio ninguna causa de muerte.

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Nombrado Ciudadano del Año de Orange en 2010, Murphy residió toda su vida en la ciudad, que describió en una publicación de Facebook como “el mejor lugar para vivir, trabajar y formar una familia”. Murphy, gerente de cuentas de Hewlett-Packard durante 33 años hasta su jubilación en 2022, compaginaba sus responsabilidades para con sus clientes con su deber para con la ciudad.

En un momento en que las iniciativas de crecimiento lento y sin crecimiento ayudaron a dar forma a la política en el Condado de Orange, Murphy pudo caminar en la línea entre satisfacer las demandas de los residentes de más parques urbanos y la creciente necesidad de vivienda.

Murphy, graduado de la USC, fue nombrado miembro de la comisión de planificación de la ciudad en 1990 y, tres años más tarde, fue elegido miembro del Concejo Municipal de Orange, cargo que ocupó tres veces durante casi tres décadas. En 1998, fue el “Funcionario Local Electo del Año” del Condado de Orange.

Formó parte de la junta de la Autoridad de Transporte del Condado de Orange en 2017 y fue nombrado presidente de OCTA en 2022.

Murphy, republicano y miembro del club de fans nacional de Rush Limbaugh, no era alguien que transmitiera sus credenciales conservadoras. Una vez citó su libro favorito como “Testigo ocular del poder: la esencia del liderazgo de Nixon a Clinton” de David Gergen, y sus plataformas a menudo se centraban en temas centrales, incluida la seguridad pública, el crecimiento empresarial y los derechos de propiedad.

Estaba orgulloso de su trabajo en el desarrollo de parques en la ciudad, incluida la construcción del gimnasio y polideportivo del Parque Grijalva y la ampliación de la biblioteca principal de la ciudad.

En 2022, defendió la necesidad de asegurar fondos adicionales para la seguridad pública y al mismo tiempo adquirir espacio para parques, senderos y espacios abiertos.

“Estos recursos deben garantizarse mediante la prosperidad empresarial y nunca mediante aumentos de impuestos para nuestros residentes”, dijo al Registro del Condado de Orange.

Cuando perdió su campaña de reelección para alcalde en 2022, publicó en Facebook una nota de agradecimiento.

“Se ha dicho que ‘la política crea muy pocos amigos y muchos conocidos’”, escribió. “Me siento realmente afortunado por todos los amigos que he hecho como parte de esta experiencia”.

Casados ​​durante casi 30 años, Murphy y su esposa, Vikki, participaron activamente en la YMCA y en el Hogar Infantil Orangewood.

“He sido bendecido con muchas cosas en mi vida”, dijo una vez Murphy. “Todos deberían tener el tipo de oportunidades que yo tuve cuando crecí en Orange. Tal vez tenga suerte de que cuando tenga 70 años, algún chico al que he ayudado ahora mire hacia atrás y diga: “Todavía soy amigo de Mark Murphy”. Ese sería el mayor homenaje que jamás podría recibir”.

A Murphy le sobreviven Vikki y su madre, Lois.

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Esta historia apareció originalmente en Los Angeles Times.

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