La leyenda italiana, que fue titular en el Atalanta antes de dar el salto al gran Milán de Sacchi, analiza el enfrentamiento de esta noche en Bérgamo.
Roberto Donadoni (Cisano Bergamasco, 1963) es una figura venerable del fútbol italiano y europeo. Nacido en Bérgamo, comenzó a florecer como centrocampista de talla mundial en el club de su ciudad natal, el Atalanta, donde progresó durante cinco temporadas (1981-1986) antes de fichar por el Milán, donde su nombre quedó inscrito con letras de oro en la historia del fútbol. Con el contundente y hábil equipo construido por Sacchi, ganó 18 títulos, incluidas tres Ligas de Campeones, y formó parte de goleadas históricas, como la victoria por 5-0 ante el Real Madrid en San Siro en 1989 y la goleada por 4-0 sobre el Barcelona. en la final de la Liga de Campeones cinco años después. También ha entrenado al Napoli, Parma y Bolonia, entre otros clubes, y dirigió la selección italiana durante dos años. En declaraciones a AS reflexiona sobre la visita del Real Madrid a su ciudad natal.
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Un partido emocionante está en el horizonte…
Sin duda. El Atalanta está en un momento realmente óptimo, creciendo como equipo y con el ánimo por las nubes. Por otro lado, el Real Madrid está pasando apuros por las ausencias y el estado de forma inconsistente. Se enfrentarán a un equipo muy potente. En estos momentos, el Atalanta es una plantilla sólida, que ha conseguido nueve victorias consecutivas en la Serie A y se ha convertido en un rival muy duro para cualquier gran equipo europeo, gracias a la confianza que tienen los jugadores, respaldada por sus resultados.
¿Intuye que el Real Madrid sufrirá en Bérgamo?
En teoría debería ser así, pero esto es fútbol y los pronósticos muchas veces no significan nada. Creo que lo pasarán muy mal. No hay que olvidar que el Real Madrid es un símbolo del fútbol y que esta es su competición, pero sinceramente veo a mi ex equipo muy fuerte, sobre todo teniendo en cuenta que juega en Bérgamo.
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¿Quién crees que es el jugador más decisivo?
Es un equipo con muchos jugadores en gran forma y la principal fortaleza está en el grupo, pero diré Lookman. Es un jugador que cambia las reglas del juego, como vimos en la final de la Europa League contra el Bayer Leverkusen. Creo que esta vez también puede ser decisivo. Es excelente en el uno contra uno, tiene velocidad, habilidad y sin duda será un incordio para el Madrid.
Volvió a ser decisivo el último partido contra el Milán…
Lo demuestra continuamente. El partido estaba empatado y él apareció con un gol inteligente para sentenciar el duelo. Casi siempre cumple con lo que se espera de él.
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Gasperini tiene 66 años y Ancelotti 65, ambos campeones de Europa League y Champions League, respectivamente. ¿Su éxito se basa en la experiencia?
Llevan toda la vida en el fútbol y siguen en lo más alto. Es un logro increíble y yo diría que su mayor virtud es su capacidad para adaptar sus métodos a los tiempos modernos. Demuestra inteligencia. Su edad ha sido una ventaja para interpretar cada momento y adaptarse a los cambios que se producen en el fútbol.
¿Qué crees que está pasando con Mbappé?
Sinceramente, no lo sé. Es difícil sacar conclusiones precisas sobre lo que le está pasando. Es un jugador que siempre tiene la atención mediática sobre él. En París demostró que podía con la situación, pero en un contexto diferente como el Madrid parece que le pesa esa presión en cuanto a su rendimiento en el campo. Ha habido muchas expectativas en torno a él, y no es fácil responder a esa presión desde el primer momento.
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Eras un magnífico centrocampista. ¿Cómo ha afectado al Madrid la marcha de Kroos?
Estamos hablando de un fenómeno. Se extrañará su talento, calidad, carácter y enorme personalidad en el campo porque el vacío que dejó es significativo. Debo reconocer que la tarea del Madrid no es fácil en ese sentido porque sustituir a alguien como él es una misión realmente complicada. Es un reto para el club encontrar la manera de seguir triunfando sin él.
¿Es cierto que Capello quería ficharle para el Madrid?
Sí, eso es cierto. Dejé Milán en el verano de 1996 después de diez temporadas maravillosas para probar suerte en América. Ya tenía 33 años cuando jugaba en Nueva York. Fabio me contactó para venir a Madrid y la idea me emocionó. Sinceramente, me hubiera encantado jugar en el Real Madrid.
¿Qué pasó?
Estuve cerca, pero Adriano Galliani lo impidió. Al enterarse de esa posibilidad, me llamó inmediatamente y me dijo que si volvía a Europa, debía regresar a Milán, que era mi casa. Logró convencerme de priorizar mi corazón sobre una nueva opción que me resultaba fascinante. Aún así, debo decir que tener la oportunidad de fichar por el Real fue un gran orgullo para mí, aunque el acuerdo finalmente no se concretó.
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Como entrenador, ¿hubo alguna vez una opción?
Hubo rumores en algunas ocasiones, pero nada más. Te digo lo mismo que yo como jugador. Para un entrenador debe ser una experiencia maravillosa dirigir un club del prestigio del Madrid. Habría sido un gran honor tanto a nivel profesional como personal.
Usted participó en el 5-0 contra el Real Madrid y en el 4-0 contra el Barça en la final de Atenas. ¿Cuál recuerdas con más cariño?
Es muy difícil elegir uno porque fueron dos de los grandes momentos de una época en la que el Milán dominaba Europa. Es cierto que el Barcelona era una final y significaba una Liga de Campeones, pero derrotar con tanta autoridad a un gigante histórico como el Madrid en San Siro ante nuestra afición fue una satisfacción inmensa. Ambos son grandes recuerdos que siempre quedarán en mi mente.
¿Qué equipos actuales te cautivan más por su estilo de juego y brillantez?
Hay varios. Prefiero no dar nombres, pero lo que me gusta es proponer y tomar la iniciativa. No me gustan los equipos que configuran el partido en función de las virtudes del rival. Siempre he preferido explotar las características de mis jugadores para intentar dominar, aunque eso no siempre es posible.
