Todos los representantes de las religiones de Francia han sido invitados a asistir a la ceremonia de esta tarde, así como a la misa de mañana por la mañana. “No es un día cualquiera, ni siquiera para nosotros”asegura Antony Boussemart, copresidente de la Unión Budista de Francia. “Me siento orgulloso y honrado de participar en este día. Y creo que todos los musulmanes se sienten preocupados, como todos los franceses”.reacciona, por su parte, Chems-Eddine Hafiz, rector de la Gran Mezquita de París, destacando la proximidad – no sólo geográfica – entre su edificio y Notre-Dame.
“Que este edificio pueda atraer la atención de la nación hasta este punto es algo que me emociona, dice entusiasmado Christian Krieger, presidente de la Federación Protestante de Francia. Es una forma de reconocimiento de lo noble que puede ser el culto cuando es silencio, oración, acogida. » Más aún en Notre-Dame, un lugar que “trasciende las creencias”según Antony Boussemart: “Es un marco que fomenta la introspección, ya seas cristiano, judío, musulmán, budista o ateo. »
El evento también parece ser un momento de comunión entre religiones, mientras que el diálogo interreligioso en Francia, interrumpido por el conflicto palestino-israelí, no siempre ha sido evidente en los últimos meses. Los responsables del culto también deberán hablar juntos en el plató de France 2 mañana por la mañana, antes de misa. El lunes acudirán a un establecimiento de Raincy (Seine-Saint-Denis) para hablar con los estudiantes sobre el principio de laicidad.