Son Moix fue testigo de un fenómeno que ya trasciende lo lógico. El FC Barcelona ofreció un auténtico recital frente al RCD Mallorca y se llevó los tres puntos con un triunfo arrollador (1-5). Una victoria que, además de permitirles aferrarse a la punta del campeonato, significó el fin a la complicada ‘mini crisis’ vivida por los culés.
Y es que los catalanes cumplían un mes sin conocer la victoria en LaLiga. Desde su triunfo frente al Espanyol (3-1) el 3 de noviembre, los blaugranas acumulaban tres partidos consecutivos sin ganar. Y todos estos con un común denominador: la ausencia de Lamina Yamal.
El ’19’ sufrió una lesión de grado 1 en la sindesmosis del tobillo derecho ante el Estrella Roja en la Champions League, incoveniente que le obligó a estar tres semanas en el dique seco. En este tiempo, el Barça cayó derrotado ante la Real Sociedad (1-0), empató frente al Celta (2-2) y, con el canterano en el banquillo, fueron vencidos por Las Palmas (1-2), escenario que ya se había repitido hace varias semanas en salud (4-2).
Lamine fue titular y el Barça volvió a ganar
Una vez recuperado del contratiempo que le impidió estar a disposición del entrenador en los tres primeros encuentros tras el parón de selección, lamina volvió a ser titular en Mallorca y fue fundamental en la goleada de los culés. El de Rocafonda fue una pesadilla para la defensa de Jagoba Arrasategenerando un penalti y dando una asistencia espectacular a rafina en el tercer gol.
De esta manera, Yamal demostró que, aunque insconscientemente, la ‘Laminedependencia’ es real. Y no por demérito del equipo, sino por mérito del propio astro de Mataró, que se ha consagrado como el jugador diferencial del Barça y, a sus 17 años, la aventura no ha hecho más que empezar.
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