Reportaje
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Pocas horas después de que el presidente Yoon Suk-yeol declarara la ley marcial, para sorpresa de todos, miles de manifestantes vinieron a protestar frente a la Asamblea Nacional en Seúl.
“Estaba viendo la televisión. Es hora de ponerse ropa de abrigo, vine directamente en taxi”. Como cientos de personas a su alrededor, Kim Eun-seon no quería “quedarse en casa”, y visitó la Asamblea Nacional en Seúl el martes 3 de diciembre. Unas horas antes, el presidente Yoon Suk-yeol tomó al país por sorpresa al declarar la ley marcial para luchar contra “Fuerzas comunistas de Corea del Norte”. En su punto de mira: la oposición política interna, encabezada por el Partido Demócrata, que tiene mayoría en el Parlamento y que bloquea cualquier posibilidad de reforma por parte del Partido Conservador.
“Estoy convencido de que el pueblo coreano ganará” asegura Kim Eun-seon, ella misma miembro del Partido Demócrata, retomando las canciones – “Cancelar la ley marcial” o “Detén a Yoon Suk-yeol” – corearon los manifestantes no enfriados por las temperaturas de la noche seulense. Inicialmente desorganizados, a veces intentaron saltar las barreras que delimitaban el perímetro de la Asamblea.
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