Calle 20 | Agencias
El martes, el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, reveló la decisión de imponer la ley marcial en el país.
El presidente surcoreano reveló los motivos de la decisión y dijo: “La ley marcial es necesaria para proteger el orden constitucional y eliminar las fuerzas pro-norcoreanas en el país”, sin más detalles.
Esa decisión llegó para controlar el parlamento, simpatizar con Corea del Norte y paralizar al gobierno mediante actividades antiestatales.
Yoon anunció este paso durante una breve conferencia de prensa televisiva, describiéndolo como una misión para defender el orden constitucional del país, e inmediatamente queda claro cómo estos pasos afectarán el sistema de gobierno y la democracia del país.
Desde que asumió la presidencia en 2022, el presidente surcoreano ha enfrentado muchos desafíos para avanzar en sus agendas políticas debido al control de la oposición sobre el Parlamento.
La declaración de la ley marcial también representa un punto de inflexión crítico para Corea del Sur, aunque las ramificaciones inmediatas para la gobernanza y los procesos democráticos en el país siguen sin estar claras.
El anuncio llamó la atención sobre la dinámica política dentro de Corea del Sur, donde la relación del presidente con la legislatura controlada por la oposición ha sido tensa.