Emmanuel Macron continúa este martes su visita de Estado a Arabia Saudí, lejos de la crisis política que sacude a Francia, con un importante componente económico, tras la firma la víspera de una asociación estratégica entre los dos países.
Al llegar el lunes por la tarde a Riad, cuando la censura gubernamental se estaba volviendo casi inevitable en París, el presidente francés entró en el Palacio Real sin decir una palabra sobre el entusiasmo político que se vivía a 6.000 kilómetros de distancia.
La solemnidad de la ceremonia de bienvenida y el encuentro personal con el príncipe heredero y líder de facto del país, Mohammed bin Salman (“MBS”), parecían el polo opuesto de la inestabilidad que sacude una vez más a Francia.
Los dos líderes firmaron una asociación estratégica con la ambición de “multiplicar la cooperación en todos los ámbitos”, desde la defensa hasta la transición ecológica y la cultura.
También “acordaron hacer todos los esfuerzos posibles para contribuir a la reducción de la tensión” en Oriente Medio, según el Elíseo. En particular, pidieron la elección de un presidente en el Líbano, del que el país está privado desde hace más de dos años, tras la entrada en vigor de una tregua el 27 de noviembre entre Israel y el movimiento chiita Hezbollah.
Después de esta secuencia política del lunes, llega la hora de hacer negocios: Emmanuel Macron debe cerrar por la tarde un foro empresarial franco-saudí, la oportunidad de lanzar asociaciones en la economía del futuro, desde las energías renovables hasta la inteligencia artificial.
– “Ineludible” –
Sin embargo, una visita al metro de Riad, de diseño francés, prevista para la mañana, fue cancelada sin explicación.
“Nuestro deseo es poder consolidar, a través de esta visita, el lugar de Francia como socio esencial y fiable para Arabia Saudita en todos los ámbitos de su desarrollo”, subraya el Elíseo.
El reino se ha embarcado, bajo la dirección de su joven líder, en una profunda modernización económica y social, denominada “Visión 2030°”, con grandes inversiones.
El Jefe de Estado está acompañado por una cincuentena de jefes de grandes grupos franceses (Total, EDF, Veolia…) y de empresas emergentes (Pasqal, Alan, Mistral…) emblemáticas de la economía del futuro.
Es necesario firmar una serie de contratos y declaraciones de intenciones, en particular en relación con el desarrollo de las energías renovables, mientras Arabia, primer exportador mundial de petróleo crudo, acelera su diversificación.
El reino, que acogerá la Exposición Universal en 2030 y el Mundial de 2034 -es el único en liza-, también pretende acelerar su apertura al mundo modernizando al mismo tiempo su imagen.
Francia, animada por el éxito de los Juegos Olímpicos de París, espera poder aportar su experiencia en la organización de estos eventos.
– Derechos humanos –
Es también un socio privilegiado en el desarrollo del patrimonio arqueológico de Al-Ula, cerca de Medina (noroeste), que el reino pretende convertir en un lugar turístico emblemático en Oriente Medio y donde el presidente finalizará su visita el miércoles. .
MBS, que alguna vez fue un paria tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en Turquía en 2018, ha vuelto desde entonces al centro del juego en la escena internacional, intercambiando con Beijing como con Moscú y a punto de encontrar un fuerte aliado en la persona de Donald. Trump en Washington.
Emmanuel Macron, uno de los primeros en visitarlo cuando todavía estaba condenado al ostracismo, también espera intensificar su relación con él. Los dos líderes también se reunirán para una cena individual el martes.
Sin embargo, los derechos humanos siguen siendo un punto negro para el joven líder, entre la represión de los disidentes y las frecuentes ejecuciones.
“La excelencia de nuestras relaciones nos permite abordar todos los temas, incluidos éstos”, asegura el Elíseo, sin precisar si la cuestión se debatió el lunes por la tarde.
El presidente francés, que también desea implicar a Arabia en sus compromisos sobre las grandes cuestiones globales, también copresidirá una cumbre dedicada a la gestión sostenible del agua, la Cumbre One Water, al margen de la COP16 sobre la desertificación, el martes en Riad.