Este es un ejemplo que corre el riesgo de causar impresión. Un niño de 6 años, aficionado del Le Havre, ha sido prohibido en los estadios comerciales hasta principios del próximo año, según informan nuestros compañeros de L’Equipe. El club normando castigó así a este (muy) joven espectador por haber lanzado proyectiles al borde del terreno de juego durante el partido perdido contra el Reims (0-3) en el marco de la undécima jornada de la Ligue 1.
Visto por las cámaras de vigilancia al comienzo del segundo tiempo, el niño arrojó vasos y bolas de papel vacíos, presumiblemente apuntando a un amigo. Pero aterrizaron más allá de los carteles publicitarios en el borde del campo, sin llegar al terreno de juego. Al igual que su compañero, ya privado de la recepción del Angers el domingo, no podrá asistir a los partidos contra Estrasburgo en diciembre y Lens en diciembre. Enero.
El HAC, señalado por estos incidentes por el comité disciplinario de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) que le impuso una multa, dio ejemplo. Recibidos por el club, los padres del joven aficionado no impugnaron la sanción, por insólita que fuera, que podría haberse ampliado al resto de la temporada.
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