Se despertaron este lunes por la mañana sin jefe. Como casi todo el mundo, los 250.000 empleados de Stellantis en todo el mundo se enteraron con sorpresa al final de la jornada del domingo de la dimisión de su director general Carlos Tavares, que abandona el grupo automovilístico “con efecto inmediato”. “Sabíamos que había fuertes tensiones en la cúpula, pero no esperábamos esta decisión brutal”, subraya Laurent Valy, director del CFDT de la fábrica Stellantis de Janais, en Rennes.
A 800 kilómetros de distancia, la marcha anticipada del líder portugués, que debía jubilarse a principios de 2026, también tomó por sorpresa a los trabajadores y sindicatos de Sochaux. “El año 2024 fue muy complicado, con una cotización de las acciones que siguió cayendo”, indica Jean-Luc Ternet, delegado de la CFTC. Hubo señales de advertencia, pero sigue siendo una sorpresa”.
“Demolió el grupo y sirvió bien a los accionistas”
En su conciso comunicado de prensa, el cuarto fabricante mundial evoca “puntos de vista diferentes” entre el consejo de administración y el director general para explicar esta salida. Pero para Cédric Brun, delegado de la CGT en la fábrica de Valenciennes, es él quien paga principalmente su estrategia de “eliminación de costes”. “Su política ha tenido consecuencias dramáticas para los empleados y ha supuesto una pérdida de mano de obra”, denuncia el sindicalista. También destruyó todo en nuestro departamento de Investigación y Desarrollo y existen todos estos problemas de confiabilidad, particularmente en los motores, que han dañado la imagen de la marca. Por tanto, podemos decir que demolió el grupo y sirvió bien a los accionistas con una rentabilidad de dos dígitos cada año. »
A la hora de hacer balance, Laurent Valy tampoco quiere tirarlo todo a la basura. “En diez años logró gestionar la adquisición de Opel y la fusión de PSA y Fiat Chrysler”, afirma el sindicalista. Podemos acreditarle cosas, pero ¿a qué precio? » Todos los que han trabajado con Carlos Tavares evocan su autoridad, su manejo rudo y sus exigencias llevadas al extremo. “Era un psicópata del espectáculo”, subraya Laurent Valy. Después de haber exprimido a los empleados, ahora podrá prensar sus uvas en sus viñedos en Portugal. »
“Mucha suerte y déjanos tu paracaídas de oro”
Bajo su dirección, el diálogo social fue “muy complicado” dentro del grupo, según Jean-Luc Ternet. “Nos lo ha mostrado detalladamente desde su llegada”, asegura el delegado de la CFTC. En muchos temas tuvimos que luchar”. En las fábricas francesas de Stellantis, el estratosférico salario del jefe también hizo temblar a la gente. “Recibió 100.000 euros al día, lo cual es completamente indecente”, se enfurece Cédric Brun. Mientras que a nosotros, cuando pedimos un segundo par de guantes, nos cierran la puerta en la cara”.
Lo habremos entendido, no mucha gente está de luto por la marcha de Carlos Tavares este lunes. “Buena suerte y déjanos tu paracaídas dorado”, bromea Laurent Valy. Pero más que alivio, lo que prevalece entre los sindicatos es la preocupación. “Sabemos lo que perdemos pero no lo que ganamos”, cree Jean-Luc Ternet. La sección de Fuerza Laboral de Stellantis también menciona “una decisión apresurada” que “debilita a toda la empresa y a sus miles de empleados”.
Carlos Tavares destituido, es John Elkann, presidente ejecutivo de Stellantis, quien asumirá el cargo de forma interina durante unos meses hasta el nombramiento de un nuevo director general. Jean-Luc Ternet admite no tener “ninguna preferencia” por tal o cual candidato. “Ya veremos, pero no me fío de nadie”, afirma. “En cualquier caso, su sucesor no cambiará de rumbo”, afirma Cédric Brun. Los objetivos siempre serán los mismos y seguiremos sufriendo. »