Ilaria Masini
1 de diciembre de 2024 (modificado a las 19:44) – FLORENCIA
La escarcha sobre Florencia. Edoardo Bove cae al suelo durante el Fiorentina-Inter y el silencio se apodera de la afición en las gradas de Franchi. Cuando la ambulancia sale del estadio, los aplausos acompañan el corto recorrido del vehículo sanitario. Todos esperan que la situación evolucione con la esperanza de buenas noticias. Cuando el altavoz del estadio anuncia que el partido se suspende a la espera de más información, el público suelta otro aplauso. Nadie se mueve de su lugar y crece la esperanza de que el partido pueda comenzar de nuevo porque sería una señal clara de que el jugador se encuentra bien. Incluso cuando se difunde la noticia de que la carrera se aplaza, la gente no se mueve como si quisiera estar juntos, abrazados, en dificultades. Muchos tienen lágrimas en los ojos y las manos en el pelo. El miedo en la ciudad es muy grande también porque Florencia está profundamente herida. En el pasado vivió el drama de la tragedia del capitán Davide Astori, fallecido en Udine el 4 de marzo de 2018, y del director general Joe Barone antes del partido contra el Atalanta el 19 de marzo de 2024.
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