Imanol Alguacil no ha querido entrar al trapo de las palabras de Mauricio Pellegrinien las que habla de un penalti inexistente, el cometido por Perraud sobre Oyarzabal y que supuso el definitivo 2-0. Ha echado mano de su sentido del humor. “Cada vez que ganamos, nuestros goles son…”, en clara referencia a lo sucedido frente al Barcelona y las continuas quejas de Hansi Flick por el tanto anulado a Lewansdowski por fuera de juego. Más en serio, no ha querido hacer leña del árbol caído: “No hay nada más que decir. Ya me conocéis. No he visto la juagada, pero lo han pitado y lo han revisado”.
Centrado en la victoria, Imanol es consciente de que “había que darle continuidad” a los buenos resultados conseguidos últimamente en el Reale Arena. “Era el tipo de partido que estaba pidiendo yo, que transmitiera madurez, seguridad y que no regalara”, sostiene el míster. En su opinión, “ninguno de los dos equipos ha hecho un gran partido a nivel ofensivo, pero entiendo que ha sido porque a nivel defensivo hemos hecho mucho trabajo. Hemos tenido el acierto de marcar los dos goles en la primera parte. Hemos trabajado mucho y muy bien a nivel defensivo y ellos no han tenido oportunidades de gol”, valora.
En opinión del entrenador de la Real Sociedad, “no se puede jugar a un nivel exquisito cada tres días. Es imposible. No lo hace ningún equipo, ni siquiera los grandes”. Así las cosas, para Imanol “es importante que el equipo aprenda a competir con cansancio, a no regalar y a estar serios”. Por estemos motivo reitera que “hemos hecho un trabajo defensivo muy bueno tanto cuando hemos ido a apretar arriba como cuando nos hemos juntado y le hemos dado el balón. Los jugadores han estado fenomenal”.
Imanol Alguacil ha vuelto a repartir flores hacia Mikel Oyarzabal. Ya se encargó de finiquitar el malentendido tras la derrota en San Mamés. “A Mikel le voy a defender siempre. Lo dije el día pasado. El día que no esté nos vamos a dar cuenta de lo que significa para la Real. Tengo la gran suerte de estar y trabajar con él todo todos los días. Soy uno de los grandes beneficiados de que coincida con nosotros. No son los números los goles, es lo que transmite”, quiere dejar claro sobre el protagonista de esta historia.
Para Mikel Oyarzabal, “es un día muy especial y muy bonito”. En su opinión, “es importante los números y ganar, pero también el cariño de la gente, de la afición y es con eso con lo que me quedo. Siento que estoy muy respaldado, valorado, que la gente valora lo que soy y lo que hago y eso es lo más importante“. No se conforma: “No quiero parar, quiero seguir, ayudando a la Real y ponerla en lo más alto”.
Con el tanto frente al Betis, entra en el selecto grupo formado por Jesús Mari Satrústegui, Darko Kovacevic y López Ufarte. “Es un orgullo entrar en esa lista. Pasan muchos jugadores por aquí y conseguir algo así te enorgullece. Hace que tu estés feliz, que los de alrededor estén felices y es de eso de lo más orgulloso me siento. Quiero seguir haciendo las cosas bien aquí, quiero seguir creciendo y que el club siga en esta línea ascendente”, afirma. Su idea no es otras que la terminar su carrera en la Real, pero “esto es fútbol, es vida y no sabes lo que va a pasar”, advierte. Mientras tanto, “estoy feliz aquí, me siento respaldado, muy valorado, que la gente me quiere y valora lo que hago”.
No se ha librado, como todo futbolista que se precie, de las críticas. “Estamos acostumbrados”, sostiene. “Sabemos cómo funciona esto. Cuando las cosas no salgan bien, voy a intentar ayudar con otras cosas que no sean números y goles. Siento que estoy valorado aquí tanto por el míster como por los compañeros y por la gente que valora la Real. Cuando no me salen las cosas bien, el primer que lo sabe soy yo. No hace falta que nadie me lo diga. Estoy tranquilo. Que me gustaría llevar seis goles en vez de tres, pues sí, pero esto es fútbol”, explica.
No le ha dado mucha importancia a todo el revuelo que se montó tras la derrota en San Mamés. Imanol culpó a los jugadores de la derrota y el capitán, en zona mixta, pareció responderle. Nada más lejos de la realidad. “Parecía que yo había respondido, suposiciones que hace uno… Es lo de siempre, las redes sociales… Es el pan de cada día. Tengo la confianza suficiente para decirle a Imanol si algo no me gusta, lo mismo que él hacia mí. A veces se intenta sacar cosas de contexto, crear malentendidos y no es bueno. A mí no me importa y a Imanol tampoco. Este vestuario está más unido que nunca. De ese no hay que preocuparse”, ha querido zanjar el capitán
