Real Madrid: Un Bernabéu irreconocible (para bien)

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Mbappé debió alucinar cuando al final del partido le concedieron el MVP del encuentro. No hay más que ver su lenguaje gestual para darse cuenta de que el francés no está bien. El kylian de hace dos años se habría marchado del Bernabéu con un saco de goles. El de ahora, con uno y gracias.

Lo mejor de Mbappé es que tuvo ocasiones para dar y tomar y que marcó un golazo de los que solía. Lo peor es que falla goles con una falta de confianza que asusta y que hasta regala los penaltis. El primero, a Bellingham. El segundo, hasta que lo anuló el VAR, se lo iba a dar a Rodrygo. Y a Mbappé no le ficharon para regalar penaltis, sino para marcar 50 goles por año como cristiano. Por suerte, se está encontrando un Bernabéu irreconocible (para bien), con una paciencia infinita que no tuvo antes con ninguna de las estrellas. Le aplaudieron hasta cuando falló a puerta vacía tras regatear a Soria.

Mientras el mejor Mbappé vuelve, el Madrid tira de Bellingham, Brahim y Ceballos, impecables los tres en su función de crear fútbol. Ellos merecieron el MVP antes que Kylian.

El crack

Los penaltis también pueden ser golazos

Bellingham es tan bueno que convirtió un lanzamiento de penalti en un golazo. Es posible que se pueda tirar mejor, pero imposible lanzarlo más bonito. El inglés dejó clavado a Soria con un salto y paradinha previas a un disparo suave por el centro. Golazo de Bellingham, que no rechazaba el regalo de Mbappé, que prefirió taparse en tiempos de crisis.

Jude le devolvería el favor ocho minutos después con un pase al hueco que el francés hizo bueno con una definición a la altura de lo que se espera de Kylian. Fue el mejor de la primera parte Bellingham, que volvió a hacer sonar el ‘Hey, Jude’ en el Bernabéu y que se tuvo que quedar en el vestuario en la segunda parte por un ligero mareo tras haber chocado con David Soria.

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En llamas

Ceballos le da al equipo lo que necesita

Dani Ceballos volvió a ser una de las notas más positivas del Real Madrid. Como sucediera ante el Leganés, el centrocampista le dio a su equipo justo lo que necesita: circulación de pelota, sentido al juego, pausa y trabajo. Ancelotti está disfrutando de la versión más madura de Ceballos y parece dispuesta a aprovecharla. Acompañando a Valverde en la medular, fue uno de los mejores del partido y tiene muchas papeletas de seguir en el once el próximo miércoles en San Mamés.

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El tres en uno de Brahim

Brahim fue titular otra vez y a los 65 minutos ya había jugado en tres posiciones. El malagueño empezó jugando de delantero por la banda derecha, con el cambio de Bellingham pasó al centro del campo y con la sustitución de Rodrygo jugó de falso nueve. Un tres en uno que no le impidió hacer un gran encuentro. Brahim es un seguro de vida para Ancelotti le ponga donde le ponga, un jugador vital por su polivalencia, algo fundamental en tiempos de lesiones, como le sucede ahora al equipo blanco. Estuvo a punto de rubricar su gran partido con un gol, pero falló en la vaselina final.

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¿En qué pensaba Nyom?

El Madrid se adelantó en el marcador gracias a un penalti cometido por Nyom, que pasó olímpicamente de las advertencias de Hernández Hérnandez. El defensa del Getafe se emparejó con Rüdiger en los córners y decidió placarle en vez de marcarle. Lo vio el colegiado en el primer saque de esquina y le avisó dos veces antes de sacarle amarilla. Pero Nyon a lo suyo y en el siguiente córner, otra vez. Placaje. Y esta vez con el balón en juego. Obviamente, penalti. El colegiado canario le estaba esperando.

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¡El Getafe las tuvo!

Fue una tarde plácida para el Madrid, pero porque contó con los postes como aliados. El equipo blanco fue mejor, sí. Y tuvo ocasiones para ganar bien, sobre todo de Mbappé. Pero el Madrid se desconectó al final y lo pudo pagar. Uche y Patrick se chocaron con el poste y con 2-0 en el marcador el Madrid se libró de un sofocón al final, pero los últimos minutos no dejaron un buen sabor de boca en la afición madridista.

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