El mes mágico para el Atlético no podía terminar en otro lugar que no fuera aquí: el Estadio José Zorrilla de Valladolid, situado en 41°38’40″N 4°45’40″W. El último momento de alegría del Atleti tuvo lugar aquí hace tres años, seis meses y ocho días. Era el 22 de mayo de 2021, cuando el conjunto rojiblanco se proclamó campeón de La Liga por segunda vez de la mano de Simeone. Durante ese periodo de pandemia los aficionados no podían entrar a los estadios, lo que hace que las imágenes de aquel título siempre estarán ligadas al aparcamiento de Zorrilla, donde los jugadores celebraban con los aficionados. Qué alegría. Tal necesidad de unirnos, de abrazarnos, de celebrar. Aquella fue la Liga del tiro de Correa, de los goles de Suárez, de la parada crucial de Oblak ante el Alavés en el penalti de Joselu, y del gol de Lodi ante Osasuna. Marcó el parón de hidratación de “cabeza, cabeza”. Esta será la segunda vuelta del equipo: el partido en el que el Atleti tocó el cielo también significó el descenso del Valladolid. Un club que oscila entre Primera y Segunda sin estabilidad, ya que tanto el técnico Pezzolano como el presidente Ronaldo se enfrentan al escrutinio. Hoy, en medio de protestas cada vez más ruidosas desde las gradas, las pelotas de tenis podrían llover sobre los jugadores. El Valladolid vive el peor inicio de campaña de su historia, colista, con sólo dos victorias (contra Espanyol y Alavés), y es el equipo que más goles ha encajado (27) y menos marcado (10). , empatado con el Getafe). Les ha costado adaptarse a la Liga debido a la debilidad de su plantilla (estad atentos al partido en directo en As.com). Empiezan los partidos concentrados e intensos, pero hasta el más mínimo error les condena. La lucha cuesta arriba es demasiado para un equipo al que le falta calidad y confianza. En circunstancias normales, Pezzolano correría el riesgo de perder su puesto, pero Ronaldo Nazario se opone a su despido a menos que exista un riesgo evidente de vergüenza. La última vez que se le vio en el palco de Zorrilla fue todavía en verano (19 de agosto). Con todos los jugadores disponibles, el plan del técnico uruguayo será insistir en tres centrales y centrarse en contraataques rápidos con Moro. Se enfrentan a una plantilla del Atlético que vuela alto. Las piezas han encajado en su lugar. Los recién llegados se han instalado. La Araña está a tope. Vive su mejor momento de la temporada, a sólo cinco puntos del Barça, y suma seis victorias consecutivas. Incluso Le Normand está dispuesto a regresar. Inicialmente se pensaba que jugaría en el Zorrilla, pero efectivamente volverá la próxima semana. Los próximos partidos parecen manejables, sobre todo teniendo en cuenta que en temporadas anteriores, equipos como el Cholo han tenido más dificultades contra rivales de menor ranking que contra los de arriba, ya que su objetivo es luchar por el título en caso de que Barça y Madrid caigan. La atención de Simeone está en Praga, lo que al menos se puede deducir de sus decisiones de alineación para este partido. Una posibilidad es seguir con la configuración del partido de Liga de Campeones del martes, con Llorente y Giuliano en la derecha, y Barrios, De Paul y Gallagher en el centro del campo, aunque en lugar de Sorloth, Griezmann podría asociarse con Julián. El Valladolid es uno de los rivales favoritos del francés (nueve goles en 11 partidos) y en la Liga de Campeones empezó en el banquillo, como si el técnico guardara a sus mejores jugadores para los momentos cruciales. Curiosamente, esto supondrá un nuevo partido sin Koke en el once inicial. El Cholo quiere acabar noviembre con broche de oro y con el objetivo de conquistar una vez más a Zorrilla. Como ese día en el estacionamiento.
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