Los enfrentamientos entre suníes y chiíes en el noroeste de Pakistán han dejado 13 muertos más en los últimos dos días, anunció el sábado un responsable local, elevando el número de muertos a 124 personas en diez días de violencia. “Existe una grave falta de confianza entre los dos bandos y ninguna de las tribus está dispuesta a cumplir las órdenes del gobierno de cesar las hostilidades”afirmó a la AFP, bajo condición de anonimato, un responsable gubernamental del distrito de Kourram, que informó de dos muertes en el lado suní y 11 en el lado chií.
Más de 50 personas resultaron heridas, añadió el funcionario, mientras los combates continuaban el sábado por la mañana. Pakistán es un país predominantemente sunita, pero el distrito de Kourram, en la provincia de Khyber-Pakhtunkhwa, en la frontera con Afganistán, tiene una gran comunidad chií.
Se ha iniciado un ciclo de represalias, con armas ligeras o pesadas, desde que una decena de atacantes dispararon hace diez días contra dos convoyes de familias chiítas escoltadas por la policía en la región. “La policía informa que muchas personas quieren huir de la zona debido a la violencia, pero el deterioro de la situación de seguridad lo hace imposible”indicó el mismo funcionario.
El gobierno regional anunció el domingo pasado una tregua de siete días, pero los enfrentamientos se reanudaron el lunes, antes de que el miércoles concluyera una nueva tregua de diez días que tampoco se mantuvo.
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