El 10 de junio de 2023, Adrian, Rachel Thornton y sus dos hijas, de 11 y 8 años, disfrutaron de una tarde primaveral en su jardín, en Saint-Herbot, un gran pueblo del municipio de Plonévez-du-Faou (29). De repente, Dirk Raats, su vecino holandés, apareció en el borde de las dos propiedades, rifle en mano. Disparó contra la familia inglesa, mató a Solaine e hirió gravemente a sus padres. Sólo la hermana menor escapó de los disparos refugiándose en casa de unos vecinos.
El viernes pasado, Dirk Raats falleció tras una larga enfermedad. Según nuestras fuentes, hace tres semanas fue trasladado de la prisión de Brest a la unidad hospitalaria especialmente equipada (UHSA) de Rennes, donde se atiende a los pacientes detenidos o en prisión preventiva. Aquí es donde murió.
Este martes, en Saint-Herbot, pocos vecinos querían hablar de esta muerte. Una madre, encontrada cerca de la capilla, se mostró visiblemente muy conmovida ante el anuncio de esta noticia. “Mi hija era cercana a la pequeña Solaine. No sabía que Dirk Raats había muerto, asegura al borde de las lágrimas. No deseo comentar sobre esta información. Cada vez que hablo de esta tragedia quedo devastado. »
“Es triste, es una negación de justicia”, comenta Sylvie, que acaba de enterarse de la muerte del asesino de su pequeña vecina. Espero que la familia aún sea compensada. »
Otro vecino, que se encuentra periódicamente con la madre inglesa, expresa su enfado al saber que aquel a quien llama “el asesino” nunca será juzgado. “Él no pagó por su culpa. » Lo que le preocupa es el futuro de la familia rescatada. “El padre recibió un golpe en la cabeza y ella en la espalda. Ya no puede cargar cosas pesadas. ¿Podrá algún día volver a su trabajo como ayudante a domicilio? »
Solaine descansa a 200 m de la casa familiar
Han pasado los meses y el pueblo no ha cambiado. El neumático sujeto a la rama de un árbol, que servía de columpio para las niñas de la familia Thornton, y cerca del cual tuvo lugar el drama, aún se encuentra en su lugar. Frente a la casa de la familia inglesa, un camino conduce al pequeño cementerio de Saint-Herbot. Aquí descansa Solaine, a 200 metros de la casa familiar. Una pequeña tumba generosamente decorada con flores, sobre la que su madre reza todos los días. El camino recorrido por este último para llegar hasta allí es también el que tomaba la pareja de Dirk Raats para ir frecuentemente a la casa que ella ocupaba con su pareja y en la que, al parecer, ya no vive.
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