Las condiciones meteorológicas muestran una clara mejora, favorecida por el progresivo fortalecimiento de las altas presiones: pero atención, será una pausa invernal temporal.
Durante el fin de semana, aunque el clima se mantuvo estable, el aire frío en los niveles inferiores siguió provocando un descenso significativo de las temperaturas por la tarde y durante la noche.
Las máximas en el Norte no superan los 7-8 grados, a pesar del calentamiento en altura. No es casualidad que el anticiclón actual no parezca especialmente robusto.
Ya durante la noche del 25 al 26 de noviembre se produjeron precipitaciones dispersas en varios puntos del norte.
Estas condiciones serán más evidentes en áreas específicas, con intensidad variable según la región.
Llegada de aire frío a finales de noviembre
Un cambio significativo podría producirse a finales de noviembre y principios de diciembre, cuando un vórtice de aire frío, procedente del este, podría lograr desestabilizar la estructura anticiclónica. Aunque sigue habiendo incertidumbre sobre la trayectoria precisa, los modelos matemáticos coinciden en una posible participación significativa de las regiones italianas. Si el vórtice lograra penetrar con determinación, esperaríamos una caída drástica de las temperaturas.
Además de las lluvias, también podrían producirse nevadas, incluso en altitudes relativamente bajas, especialmente en el centro-norte.
Estos fenómenos recordarían escenarios típicos del invierno, marcando un cambio respecto a la situación actual.
La depresión mediterránea y sus posibles efectos en Italia
El debilitamiento del anticiclón también podría favorecer la entrada de perturbaciones en el Atlántico norte.
En Europa occidental volverían las corrientes oceánicas húmedas que, una vez lleguen a nuestros mares, podrían generar una depresión importante. Este escenario podría materializarse especialmente cerca de Cerdeña, donde un centro ciclónico podría intensificarse considerablemente, provocando mal tiempo generalizado. Las primeras proyecciones de los centros meteorológicos internacionales indican que, durante la primera semana de diciembre, esta depresión, ahora completamente mediterránea, podría desencadenar fenómenos de alta intensidad en varias regiones de Italia.
Los efectos podrían incluir fuertes lluvias, vientos intensos y nevadas en los accidentes geográficos, lo que haría que el clima fuera particularmente inestable.
Invierno: comienzo turbulento
La transición estacional, típica de esta época del año, suele manifestarse por condiciones atmosféricas irregulares.
El posible deterioro de las condiciones climáticas podría representar un preludio del invierno meteorológico, que comenzaría con turbulencias.
Las siguientes perturbaciones, procedentes del oeste-noroeste, podrían mantener el tiempo inestable durante varias semanas, afectando especialmente a las zonas Centro-Norte y al Tirreno. En definitiva, las próximas semanas prometen ser cruciales para comprender la evolución del marco meteorológico. Entre noviembre y diciembre, la posibilidad de un marcado enfriamiento y una intensificación de las perturbaciones podrían definir el carácter meteorológico del invierno que se avecina.
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