Después de la luz verde estadounidense, el ejército ucraniano utilizó misiles de largo alcance para atacar objetivos detrás de la frontera rusa. Una novedad en el conflicto.
Un nuevo activo para el ejército ucraniano. Solicitada durante mucho tiempo por Volodymyr Zelensky, la autorización de Washington para utilizar misiles de largo alcance contra Rusia fue inmediatamente aprovechada por Kiev.
Desde el 17 de noviembre, fecha de la luz verde estadounidense, el ejército ucraniano ya ha llevado a cabo al menos cuatro ataques con estas armas, principalmente en la región rusa de Kursk. Una zona que el ejército ucraniano controla parcialmente desde una ofensiva lanzada el pasado verano y donde están desplegados soldados norcoreanos en apoyo a las fuerzas rusas.
Aeródromo, depósito de municiones…
La noche del lunes al martes 19 de noviembre, Kiev llevó a cabo su primer ataque con misiles estadounidenses ATACMS de largo alcance contra un gran depósito de municiones en Karachev, en la región rusa de Bryansk, a aproximadamente 110 kilómetros de la frontera con Rusia.
Al día siguiente, una andanada de al menos doce misiles británicos Storm Shadow cayó sobre un centro de mando subterráneo ruso en Marino, en la región de Kursk. Según el Wall Street Journal, un general norcoreano resultó herido en este ataque.
“El objetivo de esta toma es frenar la contraofensiva rusa en la zona de Kursk”, explica el general de la Fuerza Aérea Patrick Dutartre en el plató de BFMTV.
El 23 de noviembre, un sistema de defensa antiaérea S-400 fue destruido cerca de la aldea de Bolshoye Zhyrovo, también en la región de Kursk, matando a varios oficiales rusos.
Durante el último ataque, llevado a cabo este lunes 25 de noviembre, los misiles ATACMS apuntaron al aeródromo de Kursk-Skhidny, cerca de la ciudad de Kursk, donde estaban estacionados aviones de combate rusos.
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Rusia ha prometido una respuesta “apropiada” a los ataques con misiles occidentales en su territorio. El presidente Vladimir Putin también anunció que no descartaba ataques contra países cuyas armas se utilizan en Kiev en Rusia, considerando que el conflicto había adquirido “un carácter global”.
El ejército ruso, por su parte, también cruzó un umbral en el uso de su arsenal al atacar la ciudad de Dnipro con un misil balístico hipersónico “Orechnik”, inicialmente presentado erróneamente por el ejército ucraniano como un misil intercontinental.