TRIBUNA
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En el caso relativo a los asistentes ficticios del FN en el Parlamento Europeo, la fiscalía solicitó la inhabilitación de Marine Le Pen. Una medida necesaria de protección de la sociedad contra los políticos poco éticos, afirma el ex diputado por Seine-Saint-Denis.
par Raquel Garrido, ex diputado por Seine-Saint-Denis, cofundador de Après
La posibilidad de que el tribunal de París declare inelegible a Marine Le Pen ha provocado un aluvión de reacciones críticas por parte de políticos que van desde Gérald Darmanin hasta Karl Olive (él mismo recientemente condenado) y, más sorprendentemente, hasta Jean -Luc Mélenchon. Para Darmanin, la pena de inelegibilidad no debería aplicarse a ella, porque planea presentarse a las elecciones presidenciales de 2027. Jean-Luc Mélenchon, por su parte, declaró que se oponía “por un lado a la automaticidad de la pena adicional de inelegibilidad, y por otra parte a la ejecución provisional de la pena de inelegibilidad a Marine Le Pen, indicando que “la crisis política se agravaría sin ningún beneficio para la sociedad”.
Recordemos primero que la elegibilidad no es un derecho absoluto. Existen normas relativas a la edad, la nacionalidad, el lugar de residencia, las incompatibilidades profesionales, así como normas no acumulativas, como la que priva a Emmanuel Macron del derecho a presentarse a las próximas elecciones presidenciales. esto no es
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