Hace más de dos años, el historiador austriaco Oliver Jens Schmitt pintó un retrato de Călin Georgescu, en una entrevista concedida a la periodista Magda Grădinaru, de Spotmedia.
“Subestimado por la opinión pública, pero muy presente en los círculos provinciales, está el autoproclamado líder del Movimiento por las tierras ancestrales, Călin Georgescu. Se pone en escena con un claro lenguaje neolegionario; incluso imita la forma pausada de hablar de Codreanu; su movimiento utiliza claramente simbolismo neolegionario, como el color verde, y se distingue por estrategias legionarias, como los campos de trabajo, que aparecen en los medios. El movimiento de Georgescu cuenta con el apoyo de conocidos representantes del campo nacionalista, entre ellos el vicepresidente de la Academia rumana, Victor Voicu”, afirmó Oliver Jens Schmitt, autor de varios libros y estudios sobre la extrema derecha rumana de entreguerras.
“A diferencia de Simion, Georgescu se presenta como un líder decidido “para la nación y el país”, guiado por Dios. Este lenguaje corresponde a la dicción de la Legión, que es aún más clara en Georgescu que en AUR”, añadió.
Călin Georgescu tiene grandes posibilidades en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 8 de diciembre, ubicándose entre los dos primeros candidatos de los resultados parciales del 24 de noviembre. Georgescu sólo ha aparecido en las encuestas en las últimas semanas, pero nunca con más del 10%.
