Dos hombres de unos veinte años son sospechosos de haber pirateado la plataforma de entrega Uber Eats a través de mensajes cifrados de Telegram por una cantidad estimada en más de 2 millones de euros.
Fueron arrestados el martes y acusados el jueves de fraude de pandillas organizadas y lavado de dinero.
La estafa le costó 2,5 millones de euros a la plataforma de reparto de comidas Uber Eats, que confirma haber presentado una denuncia y está reforzando su seguridad.
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Se enfrentan a hasta diez años de prisión y una multa de un millón de euros. Dos veinteañeros, sospechosos de haber pirateado la plataforma de entrega Uber Eats mediante mensajes cifrados de Telegram por una cantidad estimada en más de 2 millones de euros, fueron detenidos el martes y acusados formalmente el jueves.
La estafa comenzó en el servicio de mensajería cifrada Telegram, a través de un grupo con mecanismos bien establecidos. Los estafadores ofrecieron a los clientes pedidos a mitad de precio de Uber Eats. En concreto, el cliente paga al delincuente, quien luego realiza el pedido desde la plataforma. Se realiza la entrega, pero los estafadores reciben el reembolso con el pretexto de que la comida nunca llegó. Es decir, reciben el dinero de la plataforma y el de los clientes. “El proceso, por pequeñas cantidades, permite pasar desapercibido para las grandes empresas. El problema es que la multiplicación de estos pedidos fraudulentos causará daños bastante importantes a la sociedad”. explica en el informe que encabeza este artículo el jefe de escuadrón Leprêtre, subcomandante de la sección de investigación de París (SR).
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En total, la estafa le costó a la plataforma de reparto 2,5 millones de euros en menos de dos años gracias a 137.000 cuentas fraudulentas. Los matones habían desarrollado un algoritmo que hacía que este sistema funcionara automáticamente. Contactado, Uber Eats confirma haber presentado una denuncia y está reforzando su seguridad. “Hoy, nuestros equipos están trabajando en nuevas funciones para prevenir el fraude de manera aún más efectiva”.
Con cada reembolso, el dinero de los estafadores se colocaba en criptomonedas. Un método preferido por los delincuentes para ocultar rastros. “Permite transferir dinero de forma relativamente anónima, en un gran número de casos”explica el experto en ciberdelincuencia Renaud Feil.
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