La Galería Nacional de Berlín inauguró el viernes una exposición con la aclamada fotógrafa estadounidense y abierta activista antiisraelí Nan Goldin.
La artista, conocida por su trabajo en fotografía y activismo, ha recibido duras críticas por su papel en la organización de una controvertida carta firmada por artistas dos semanas después de los ataques del 7 de octubre, acusando a Israel de genocidio y pidiendo un boicot al país.
Durante el acto inaugural de la exposición, Goldin subió al escenario para reiterar sus acusaciones, alegando que Israel estaba cometiendo genocidio e instando a Alemania a detener sus envíos de armas al país. Comparó las imágenes de Gaza con los pogromos que vivieron sus padres en Rusia. Sus comentarios fueron recibidos con aplausos entusiastas y banderas ondeando por parte de los asistentes dentro de la galería, mientras que afuera se llevaba a cabo una gran manifestación pro Palestina.
Después del discurso de Goldin, el director del museo se dirigió a la audiencia, expresando su desacuerdo con sus comentarios y afirmando el derecho de Israel a la autodefensa. Sin embargo, sus comentarios fueron ahogados por abucheos e interrupciones del público, lo que le impidió continuar.
El revuelo se produce a raíz de una resolución del Bundestag destinada a proteger la vida judía en Alemania. La medida respaldaba la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA) e incluía disposiciones para restringir la financiación gubernamental para proyectos considerados antisemitas, particularmente en los campos de la cultura y el mundo académico, donde han aumentado las preocupaciones sobre el creciente antisemitismo.
Si bien los críticos en el mundo cultural argumentaron que la resolución reprime la libertad de expresión, los eventos del viernes resaltaron una realidad contrastante: las expresiones de hostilidad hacia Israel recibieron una plataforma central bajo el disfraz de expresión artística y libre, mientras que los esfuerzos para defender a Israel enfrentaron una intensa reacción y represión.
La exposición de Goldin se exhibe en la Galería Nacional, parte de la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano, la institución cultural financiada por el estado más grande de Alemania. La fundación, exenta de próximos recortes presupuestarios, seguirá recibiendo financiación estatal completa a pesar de la controversia.
