« ¡La actividad no cesa, continúa! », especifica el comunicado de Le Coq sportif, cuya empresa matriz ha solicitado la apertura de un procedimiento judicial de recuperación. “Esta solicitud fue examinada por el tribunal durante una audiencia que confirmó la recuperación judicial con un período de observación de seis meses sobre el principio de continuidad de operación. »
Aprovechar el éxito de los Juegos y cerrar conversaciones con nuevos inversores y socios estratégicos: estas son las oportunidades que el fabricante de equipamiento pretende aprovechar durante este período.
En un comunicado de prensa, Le Coq sportif, cuya sede se encuentra en Romilly-sur-Seine, indica que “ Desde hace 15 años, ha sabido reactivar conocimientos industriales en decadencia y ofrecer oportunidades a los talentos locales, creando así un modelo único de industria local. Este enfoque humano y responsable se ve hoy reforzado, prestando especial atención a la salvaguardia de estos puestos de trabajo y a la sostenibilidad de las relaciones con los proveedores. » En 2010, se tomó una decisión firme al reabrir el sitio de Romilly-sur-Seine.
Garantizar la expansión global
« La situación actual se da en un contexto económico global marcado por crisis sin precedentes. La pandemia de COVID-19, que paralizó la actividad, y la guerra en Ucrania, que provocó un importante shock inflacionario, impusieron desafíos considerables a la empresa. A pesar de estos obstáculos, Le Coq sportif sigue profundamente comprometido con un enfoque en el que las personas, los conocimientos técnicos y la solidaridad económica local están en el centro de todas sus acciones. La empresa y sus empleados están decididos a superar estos obstáculos y completar con éxito la transformación que asegurará la expansión global. »
En mayo de 2024, Le Coq Sportif obtuvo un préstamo de 2,9 millones de euros del Comité Organizador de París 2024, de los cuales, a 30 de septiembre, quedaban por reembolsar 150.000 euros. La empresa también está en disputa con la Federación Francesa de Rugby (FFR), que reclama a su antiguo proveedor 5,3 millones de euros en impagos.
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