mil Getafe se llevó el premio a la insistencia y se impuso a un Valladolid que realizó un partido rácano que deja al conjunto castellano hundido en la clasificación. Los goles en tres minutos de Álvaro Rodriguez y Nyom permiten respirar al Getafe.
El partido entre Getafe y Valladolid no auguraba un festival de goles para desgracia de los aficionados que acudieron al Coliseum y los que decidieron ver el partido por televisión una tarde de viernes. Se enfrentaban dos de los equipos menos goleadores de la categoría y el primer acto confirmaba los presagios.
El primer disparo a puerta del Getafe se produjo a los 35 minutos de la primera parte y tampoco podemos catalogarlo como ocasión de gol porque el tímido disparo de Milla desde la frontal del área no generó ningún problema para Hein. El Getafe intentaba elaborar más las jugadas que el Valladolid, pero fracasaban siempre en la finalización. La repetitiva táctica de colgar balones del área era evidentemente errónea porque se estrellaba una y otra vez contra el tridente de centrales del conjunto pucelano. Entre los tres promedian más del 1,90 metros de altura, por lo que sorprenderles en el juego aéreo era casi una utopía. A ellos se les une Hein, que también supera esa altura.
La táctica del Valladolid era otra completamente diferente. Los de Pezzolano buscaban un juego mucho más directo. El objetivo era llegar a los dominios de David Soria con la menor cantidad de toques posibles. En ese planteamiento era fundamental la participación de Raúl Moro. De sus botas salió la mejor ocasión en los primeros 45 minutos. El internacional sub 21 rescató un balón antes de que saliera por línea de fondo, cedió a Sylla y el remate de primeras de este lo sacó David Soria en la misma línea de gol.
El partido se calentó en los últimos minutos de la segunda parte a raíz de una caída de Uche en el área del Valladolid que no fue sancionada con penalti por González Fuertes. Pezzolano vio primero la amarilla y luego vio la segunda tras un enganchó dialéctico con Bordalás cuando ambos técnicos se dirigían al vestuario. El entrenador azulón también fue amonestado por esta trifulca.
El partido se trabó en la segunda parte con continuas interrupciones que provocaron que González fuertes comenzase a repartir tarjetas de visita en un intento para que el partido no se le fuera de las manos. El Getafe seguía buscando el gol colgando balones, pero ahora sí parecía encontrar fisuras en la defensa pucelana. Arambarri y Nyom conseguían superar a las torres visitantes y culminar la jugada.
Con el Valladolid desaparecido en ataque, la insistencia del Getafe tuvo su recompensa a los 70 minutos con un gol de Álvaro Rodríguez que hacía justicia en el marcador. En pleno desconcierto del Valladolid y tan solo tres minutos después Nyom marcaba el segundo en un acción en la que puso más ganas que Latasa para terminar la jugada.
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