El pasado mes de abril, los espectadores pudieron encontrar Patricio Timsit En Capitán Marleaujunto a Corinne Masiero. Una experiencia positiva para el actor, que guarda muy buenos recuerdos de esta colaboración.
“No nos conocíamos, pero rápidamente nos sentimos satisfechos. En medio de una escena, ella se estaba divirtiendo jugando con pasteles, sabiendo que a mí me gustan mucho los pasteles. Ella vino a hacerme cosquillas, a burlarse de mí. Y eso me gusta, como me gusta bromear, por mi parte. Con ella podemos decir que había ‘gente a bordo’. Ella es activa, receptiva, alerta, muy rápida. Es ‘¡bam, bam!’. Al principio, estaba un poco aprensivo acerca de unirme a la ‘familia’ de Josée Dayan-Corinne Masiero. Mis temores se disiparon rápidamente al descubrir a dos mujeres muy atentas, que saben lo que quieren, pero que no necesariamente van por buen camino. les gusta sorprenderse“, nos confió.
Patrick Timsit: este actor que lo apoyó durante su difícil comienzo de carrera
Este jueves 21 de noviembre la actriz estuvo como invitada al programa como comentario aparte (Canal+). Frente a Nathalie Lévy, Patrick Timsit repasa la evolución de su carrera. El artista de 65 años habló notablemente de sus inicios, que fueron cuanto menos complicados. Mientras atravesaba dificultades, pudo contar con el apoyo de un actor muy conocido por el público: Gerard Jugnot. Coline Serreau, directora de Tres hombres y un moiséstambién desempeñará un papel importante para Patrick Timsit.
“No me vi remando y luego tuve la oportunidad de encontrarme con manos que me sacaron la cabeza del agua cuando me iba a ahogar, cuando realmente me iba a rendir.“, recuerda.
Patrick Timsit: el espectáculo unipersonal ha terminado
Si supiera seducir al público en el cine (Un indio en la ciudad., Pedal suave, estrellas 80, El alborotador), Patrick Timsit comenzó en el escenario como comediante. Después de numerosos espectáculos, tomó la decisión de detener el espectáculo unipersonal. En 2022, fue a encontrarse con su público por última vez con Adiós… tal vez, ¡gracias seguro!. Una decisión de la que no se arrepiente en absoluto. “Es el miedo a ver demasiado, el miedo a no estar más inspirado. Prefiero que me digan ‘¿por qué paras? ¿Estás seguro?’, en lugar de ‘sí, es bueno parar, tenías que hacerlo’. Paré antes de que me lo recomendaran.“, le confió a Nathalie Lévy.