Elon Musk y Vivek Ramaswamy presentaron el miércoles su proyecto destinado a reformar fundamentalmente el gobierno federal estadounidense en un artículo publicado en el Diario de Wall Street. Su programa se basa en tres componentes: desregulación, reducción del personal administrativo y disciplina presupuestaria. Como discutieron después de su nominación, quieren transformar la burocracia federal en un modelo de eficiencia inspirado en el sector privado. Y eso puede que no agrade a todos.
Desregular para liberar la economía
La primera medida emblemática de DOGE se basa en una revisión de las regulaciones federales. Basándose en decisiones recientes de la Corte Suprema, Elon Musk y Vivek Ramaswamy quieren derogar normas que consideran inconstitucionales. Es un poco técnico, pero algo que planean hacer es fortalecer la doctrina de no delegación, que limita la capacidad de las agencias federales para establecer regulaciones sin la autorización explícita del Congreso.
Entre los objetivos identificados se encuentran importantes instituciones como la Agencia de Protección Ambiental (EPA), la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la Comisión Federal de Comercio (FTC). “La burocracia federal ha sido utilizada para imponer políticas sin validación democrática”, afirmó Vivek Ramaswamy en una conferencia de prensa. “Nuestra misión es restaurar el poder legislativo en el Congreso y liberar a las empresas de restricciones innecesarias que inhiben la innovación”, dijo.
Una administración más ligera y responsable
El segundo pilar de este plan se refiere a la reducción de la fuerza laboral federal. Según Elon Musk, el gobierno estadounidense sufre una administración excesiva crónica que sofoca la productividad y eleva los costos. DOGE planea medidas drásticas, incluido el fin del teletrabajo para los empleados federales. Los dos hombres dijeron en el Diario de Wall Street que el trabajo presencial promueve la transparencia y la rendición de cuentas. Esta medida podría provocar renuncias voluntarias entre los empleados reacios a regresar a la oficina, reduciendo efectivamente la fuerza laboral.
Además, DOGE promete “adaptar el tamaño adecuado” a las agencias gubernamentales eliminando redundancias y optimizando la gestión de recursos humanos a través de rigurosas auditorías de desempeño. “No es sólo una cuestión de economía”, subrayó Elon Musk. “Es una cuestión de cultura. Queremos establecer un nuevo estándar de excelencia dentro del gobierno federal”, podemos leer en el sitio web no oficial de DOGE.
Ahorra 2.000 mil millones de dólares
¡El tercer eje del plan pretende reducir el gasto federal en 2 billones de dólares! Para ello, Elon Musk y Vivek Ramaswamy proponen una auditoría completa para eliminar el despilfarro y renegociar los contratos públicos considerados demasiado costosos. También planean dejar de financiar programas y organizaciones que creen que no están autorizados por el Congreso, como la radiodifusión pública (NPR) o iniciativas controvertidas como las apoyadas por Planned Parenthood.
Finalmente, el dúo planea privatizar algunas funciones no esenciales, como la gestión de propiedades o los servicios administrativos, para maximizar la eficiencia y reducir costos. “La gestión gubernamental debería aprovechar las mejores prácticas del sector privado”, afirmó Musk. “Si una empresa privada puede hacer algo mejor, deberíamos dejarle esa responsabilidad. »
Ambiciones que dividen fuertemente
El proyecto DOGE no deja de generar críticas. Los sindicatos del sector público y varios grupos de derechos humanos acusan a los dos hombres de intentar debilitar agencias esenciales y comprometer servicios públicos cruciales. Otros dicen que el plan, aunque atractivo sobre el papel, será difícil de implementar debido a obstáculos legales y políticos.
Sin embargo, Elon Musk y Vivek Ramaswamy siguen decididos. “Sabemos que será una lucha difícil”, concluyó Vivek Ramaswamy. “Pero si queremos un gobierno eficaz, responsable y en sintonía con los ciudadanos, estas reformas son esenciales. » Incluye acto.