Los TGV Inoui y Ouigo circularán con mayor o menos normalidad, pero sólo siete de cada diez trenes TER y uno de cada dos trenes Intercités circularán con respecto a lo habitual.
En la región parisina, las líneas R del Transilien y el RER D, tradicionales bastiones del sindicato Sud-Rail, serán las más afectadas con sólo un tren de cada tres.
Esta movilización poco entusiasta es un fracaso para los sindicatos que intentaron movilizarse fuertemente tras el anuncio del desmantelamiento de Fret SNCF a principios de noviembre.
Habían presentado este día como un “ultimátum” ante un movimiento huelguístico renovable a partir del 11 de diciembre, si no se daba respuesta a sus demandas.
La CGT-Cheminots, la Unsa-Ferroviaire, Sud-Rail y la CFDT-Cheminots piden, en particular, una moratoria sobre el desmantelamiento -sin despido- del operador público de mercancías, líder del transporte ferroviario de mercancías en Francia.
Creen que el acuerdo firmado entre el Gobierno francés y la Comisión Europea a principios de 2023 puede renegociarse con el nuevo ejecutivo europeo y, en particular, con Teresa Ribera, futura comisaria encargada de la transición ecológica y la competencia.
Preguntado el miércoles en BFM Business sobre los motivos de la débil movilización de los ferroviarios, el secretario general de la CGT-Cheminots, Thierry Nier, reconoció que “el tema es complejo”.
“Decirse ‘me afecta lo que está pasando con el transporte de mercancías’ no es obvio”, admite, mientras que allí trabajan 5.000 trabajadores ferroviarios de los 150.000 del grupo SNCF.
Pero “lo que está sucediendo con el transporte de mercancías es exactamente lo que está sucediendo con el transporte de pasajeros, particularmente con el TER”, añadió Nier.
De hecho, la intersindical está preocupada por la creación de filiales por parte de SNCF Voyageurs para responder a las licitaciones convocadas por las regiones para explotar su red regional de trenes expresos (TER).
A mediados de diciembre, cerca de 1.200 trabajadores ferroviarios serán trasladados por primera vez a tres de estas filiales, lo que supondrá una organización menos ventajosa del tiempo de trabajo para ganar productividad y competitividad.
Pero según la dirección de la SNCF, la movilización del jueves obedece también a un eslogan oculto que afecta a los salarios.
“Los franceses no entenderían una huelga larga y dura en diciembre por cuestiones salariales”, advirtió el domingo el director general Jean-Pierre Farandou.
El miércoles se celebraron las negociaciones anuales obligatorias y la dirección de la SNCF propuso un aumento del 2,2%, significativamente menor que en años anteriores, marcados por una elevada inflación.
Para los sindicatos, se trata de una simple coincidencia de tiempos. “Si las cuatro centrales sindicales hubieran querido plantear la cuestión del salario como un tema de movilización (…), lo habríamos hecho. No somos engañadores, somos claros y suficientemente legibles”, insistió Thierry Nier.
“El presidente Farandou adoptó la estrategia de desvío porque sabe que en la convocatoria de huelga no se trata de salarios”, denunció.
Además de la moratoria sobre el desmantelamiento de Fret SNCF y el fin de la “subsidiarización” en el TER, la intersindical pide una ley de programación plurianual para financiar el mantenimiento de la red.
Las cuatro federaciones sindicales se reunirán por la tarde para discutir la continuación del movimiento.
