Un Peugeot 3008 de gendarmería nacional, modelo de segunda generación.
Si nos topamos con frecuencia con coches de policía o gendarmería en mal estado, puede deberse a una caída de los presupuestos destinados a renovar las flotas de vehículos utilizados por las fuerzas del orden en el marco de sus misiones.
Como detallan los periodistas de Auto Infos, el bajo ritmo de renovación de las flotas de estos vehículos preocupa a altos funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y a determinados parlamentarios. El mayor general de la Gendarmería Nacional, André Petillot, recuerda, por ejemplo, que los gendarmes sólo ordenaron 325 vehículos nuevos en 2023 y 185 en 2024frente a los 3.700 de 2021 y los 3.300 de 2022 (incluidos los famosos Peugeot 3008 y 5008 de segunda generación que ahora encontramos a menudo en las carreteras francesas).
La pena es un gran problema para gendarmes y policías
Estas preocupaciones, compartidas por los funcionarios de la policía nacional, también se refieren al precio significativamente creciente de los automóviles nuevos actuales en comparación con los de principios de la década. Sobre todo, los elevadísimos importes de la sanción ecológica francesa, de la que los gendarmes no se desvían cuando compran vehículos nuevos, limitar considerablemente su margen de maniobra. El general André Petillot pone el ejemplo de los 4×4 adquiridos para sus soldados en Guyana, donde, a causa de la sanción, el precio unitario alcanza los 100.000 euros. Irónicamente, la sanción ecológica francesa resulta costosa para la administración francesa, ¡cuando debería haber penalizado a los compradores de grandes coches de lujo!
El proyecto de ley de finanzas de 2025 prevé renovar 1.850 vehículos sólo para la gendarmería nacional, pero esta cifra no sería suficiente para André Petillot debido al precio demasiado elevado de los coches necesarios.
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