Marion Sicot, que dio positivo por EPO en 2019 y fue suspendida por cuatro años, admitió el miércoles haberse dopado entre 2016 y 2019, durante su proceso en Montargis. “No me iba bien, me faltaba mucha confianza en mí mismo (…) Para rendir a un alto nivel, tomé el camino fácil“, declaró Sicot, de 32 años, ante el tribunal penal de Montargis (Loiret).
Hasta ahora, la deportista sólo había hablado públicamente de una inyección de EPO, tras un test positivo en junio de 2019 tras el Campeonato de Francia de ruta. Por esta decisión fue suspendida durante dos años, pena que el Consejo de Estado aumentó a cuatro años tras un procedimiento que duró casi tres años.
En el tribunal, esta vez reconoció todos los hechos de dopaje revelados por las investigaciones realizadas tras su control, en particular los diferentes protocolos de dopaje con eritropoyetina, pero también con clenbuterol -un producto destinado a los caballos-, entre 2016 y 2019”.No acepté la persona que era“, explicó, consciente de tener “salí“su deporte. La ex ciclista, ahora licenciada en el club de triatlón de Châteauroux (Indre) y trabajadora autónoma en el ámbito del entrenamiento deportivo, ha subrayado repetidamente que el dopaje era un “parte integral de este deporte“.
Pagos de entre 500 y 1.200 euros
Pero para ella, a veces conmovida hasta las lágrimas en el banquillo, con la bicicleta tatuada en el brazo derecho, “no hubo beneficio profesional“. Se solicitó contra ella una pena de prisión suspendida de un año y una multa de 5.000 euros. Para drogarse, la señora Sicot se abastecía a través de Internet, o de un familiar, a cambio de pagos de entre 500 y 1.200 euros.
También está llamado a comparecer un conocido que supuestamente la ayudó a administrar los productos, así como un médico, sospechoso de haber emitido recetas ilegales con el fin de recetar EPO. Este último cuestionó los hechos.
Se solicitaron respectivamente contra los otros dos acusados penas de prisión condicional de 18 meses, acompañadas de una multa de 10.000 euros, y de 18 meses de prisión condicional, acompañada de una multa de 20.000 euros, con prohibición de ejercer la actividad médica durante dos años. La sentencia se dictará el 22 de enero de 2025.