Si para los monegascos el 19 de noviembre rima con una fiesta nacional, para la joven generación Grimaldi esta fecha también es sinónimo de primos gigantes. Los siete nietos de la princesa Carolina de Mónaco, nacidos entre 2013 y 2018, pudieron reunirse con Jacques y Gabriella, los gemelos de Alberto II y Charlene, para celebrar el principado, con muchas banderas, sonrisas y gritos alegres.
Los primos Grimaldi se conocieron por primera vez en el patio principal del palacio principesco en compañía de sus padres. Alexandre, India y Maximilian Casiraghi se mostraron serios frente a Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo. Junto a ellos, Charlotte Casiraghi acudió con su hijo mayor, nacido de su relación con Gad Elmaleh, Raphaël, de 11 años y ya casi tan alto como su madre. La hija menor de Carolina de Mónaco también tomó la mano de Balthazar, su hijo nacido en 2018 de su ya terminado matrimonio con el productor Dimitri Rassam.
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Finalmente, Pierre Casiraghi estuvo acompañado de su esposa, Beatrice Borromeo, y de sus dos hijos, Stefano y Francesco. Los dos niños, de 7 y 6 años, se mostraban muy mimosos con su madre… pero sin embargo atentos a la ceremonia que se desarrollaba delante de ellos. Jacques y Gabriella, por su parte, tenían la seriedad de los hijos de un soberano, y el pequeño incluso se ponía firme tras los pasos de su padre.
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Espectáculo en el balcón
La pequeña familia salió luego del patio principal hacia el balcón del palacio, desde donde saludó a los monegascos que habían venido a celebrar a su soberano. Los hermanos Stefano y Francesco Casiraghi se mostraron especialmente entusiasmados y ondearon banderas en honor de su tío abuelo. Los mayores, Raphaël Elmaleh y Alexandre Casiraghi, observaron durante mucho tiempo a la multitud en compañía de India y Maximilian.
Más limitados por su estatus, Jacques y Gabriella permanecieron cerca de sus padres, todavía mostrando amplias sonrisas y haciendo signos entusiastas con las manos. A medida que se acerca su décimo cumpleaños, los gemelos parecen dejar atrás su timidez y visiblemente han heredado la misma picardía que sus primos.