El frío de noviembre se cuela por las grandes aberturas del almacén Restos du Cœur, con sede en Saint-Laurent-du-Var. Los voluntarios tienen mucho trabajo por delante al iniciarse esta campaña número 40. En el gran hangar, los conductores de las carretillas elevadoras se afanan en guardar los palés de alimentos. Va del suelo al techo.
En la base trasera, en una habitación más estrecha, se carga el “camión del valle”. Productos secos. Y productos frescos de una gran cámara frigorífica. Dirígete a Tinée en este primer día de distribución para el invierno 2024/2025.
Los Restos des Alpes-Maritimes disponen de un segundo camión, el “camión del corazón”, que recorre las calles de Niza cada semana para llegar a las personas en situación vulnerable, sin necesidad de registrarse. La asociación Coluche también organiza redadas para llegar a las personas sin hogar, con el fin de concretar la ayuda a esta población a menudo invisible.
Para los valles, la presencia de Restos du coeur es tan crucial, o más, como en el interior y en la costa. “Quiero este equilibrio territorial”, argumentó Hugues Moutouh, mencionando también a Francia Servicios para los Servicios Públicos. Entre los valles de Var, Estéron, Tinée y Vésubie, el año pasado 186 hogares fueron ayudados gracias al centro itinerante. “Esperamos 200 este año” se lamenta un voluntario. Hay 24 dedicados a los valles para dar su tiempo. “Los voluntarios son termómetros. En los centros pueden sentir los altibajos de la sociedad”.asegura François Chantrait. Pero, como en todas partes, los voluntarios están envejeciendo. Edad media 62 años. Más mujeres que hombres. Y cada vez es más difícil reclutarlos. Afortunadamente, la marca Restos du coeur es sólida. “Cuando alguien dona 10 euros tiene la certeza de que 9,90 euros se destinan exclusivamente a todo lo que ves a nuestro alrededor”. él dice.
“Servimos comida para 15 días”
“En los valles servimos comida para 15 días”descifra otro voluntario. “Les creamos un sistema de menú y nos aseguramos de que sea variado para que no coman siempre lo mismo” él continúa. En estas zonas remotas, donde el camión también está ahí para en ocasiones romper la soledad y crear vínculos sociales, los Restaurantes también “montan” ropa y productos de higiene. Allí arriba, los beneficiarios son más a menudo personas solteras, jubilados, en circunstancias muy precarias, que familias. A veces, algunos cargos electos no ven bien el camión, lamenta un voluntario. Recuerda esta ciudad del interior de Niza donde el alcalde y su adjunto se mostraron tan reacios “Que ni siquiera vinieron a saludarnos”. La base trasera del “valle” aún no está completa. “No podemos tapar a Roya”lamenta François Chantrait. Sin embargo, este valle realmente podría utilizarlo. Pero a los Restaurantes Riviera les falta un vehículo. “Necesitamos un camión frigorífico de frío positivo con 1,1 toneladas de carga útil”explica un voluntario. “Nunca se sabe si alguien quiere donarnos”.ella sonrió.