Fantasmalmente, la leyenda viva española sufrió la ley del holandés Botic Van de Zandschulp (6-4, 6-4) este martes, en Málaga, durante el primer partido de los cuartos de final.
Rafael Nadal perdió su primer partido en 2004, antes de encadenar una fabulosa racha de 29 victorias consecutivas en este evento hasta 2019. Barrido (6-4, 6-4) en menos de dos horas, perdió el que podría ser el último partido de su su carrera, si España cae este martes eliminada por Holanda en cuartos de final. Antes de su retiro, Rafael Nadal estuvo alineado desde el principio para que su equipo tuviera un buen comienzo. El mallorquín, cuádruple ganador de la prueba con La Roja, había dominado dos veces la 80ª del mundo en dos partidos. Pero este Nadal fuera de tema no tenía las armas este martes.
Muy emocionado nada más sonar el himno español, el Toro de Manacor, abrumado por las emociones, tímido en la cancha, era sólo una sombra de sí mismo. El zurdo no jugaba en un torneo oficial desde los Juegos de París de este verano. Y su falta de competencia y ritmo se hizo patente, sobre todo en el primer set. A pesar del “¡Rafa, Rafa, Rafa!” », el ex número uno del mundo no logró liberarse. Muy ineficaces a su vez, sus golpes carecían de fuerza a pesar de un rival también muy febril (3 dobles faltas en el primer acto). Pero el holandés, más emprendedor, rompió en el mejor momento del noveno game y lógicamente concluyó de inmediato (6-4).
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El ex 22 del mundo, más relajado, encadenó cinco partidos consecutivos para remontar 2-0. Indefenso, todavía impreciso y prestado en sus movimientos, el español concedió otro quiebre en el quinto juego del segundo set para situarse ganando 6-4, 4-1. Siempre empujado por su público, el cuatro veces ganador del evento intentó liberarse. En la durísima, el guerrero despertó y logró liberarse en el sexto juego ante un Botic Van de Zandschulp, que volvió a estar tenso. Con el puño cerrado, Nadal borró otro punto de quiebre con un furioso smash en el séptimo juego. Un respiro que duró poco. El gran servidor bátavo encadenó tres aces en el octavo juego para liderar 5-3.
Tras la derrota de Nadal, España, que ganaba 1-0, está contra la pared. El número 3 del mundo, Carlos Alcaraz, debe dominar absolutamente a Tallon Griekspoor (40º) para forzar el doblete decisivo que los locales deberán ganar. Para que el último baile del hombre con 22 títulos de Grand Slam no acabe abruptamente este martes.
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