Gladiator II, la esperada secuela de la película de culto de Ridley Scott estrenada en 2000, ya es un éxito en la taquilla francesa y superó el millón de espectadores en su primera semana de estreno. No es realmente una sorpresa para esta espectacular superproducción que hace las delicias de los amantes de las epopeyas sangrientas.
Pero según algunos, el director americano parece haber ido un poco más allá al sobrepujar en esta segunda obra. En Estados Unidos, donde la película aún no se ha estrenado en los cines, ya ha irritado a algunos historiadores.
Para muchos espectadores, el bestiario de este nuevo episodio, esta vez sin Russell Crowe, es, cuanto menos, explosivo y plantea una serie de preguntas. Monos “zombis”, hiperagresivos, rinocerontes o tiburones en la arena al alcance de la espada del héroe Lucius, interpretado por el saltador Paul Mescal.
Para Éric Teyssier, profesor de historia romana en la Universidad de Nimes, la película de Ridley Scott está lejos de ser acertada desde un punto de vista histórico: “Lo que hace es siempre una mezcla de hechos reales y ficción intensa, incluso si eso implica ser generoso de la realidad”.
“También se podrían organizar enfrentamientos entre animales salvajes”
La acción de la película ignora la realidad de los anfiteatros y otros “circus maximus” para servir al escenario, que el historiador acepta completamente en el contexto de la ficción. Pero esto, en última instancia, conduce a veces a malentendidos históricos. A él también le sorprenden estos monos, a los que califica de “rabiosos”: “Estos monos, incluso en el entorno natural, no existen”, dice riendo. Que yo sepa, no se han utilizado monos rabiosos para el combate en la arena. Por otro lado, durante los Juegos se utilizaban habitualmente animales salvajes en las cacerías, especialmente en el Coliseo.
“Gladiadores especializados, cazadores En latín, los cazadores profesionales estaban entonces en la arena para enfrentarse a grandes bestias. A veces también se podían organizar enfrentamientos entre animales salvajes”, precisa el historiador, añadiendo que “era una especie de aperitivo del espectáculo principal”. “Por otro lado, los rinocerontes han sido introducidos en la arena, pero no recomiendo montar sobre la bestia”, bromea Eric Teyssier. En realidad, el bestiario mostraba sobre todo el valor del Emperador: cuanto más exóticos eran los animales, más atestiguaban el tamaño y el poder del Imperio”, explica este aficionado a las reconstrucciones históricas. Y con razón, la arena es ante todo un lugar político en el Imperio Romano.
De hecho, los “juegos de circo” seguían un orden reglamentario. Cazas por la mañana, sentencias de muerte al mediodía y luchas de gladiadores por la tarde. En esto, para el historiador, el gladiador Lucius combina todos los roles, tanto el de cazador cuando lucha contra un rinoceronte y meridianos, un condenado a muerte, cuando se enfrenta a los monos y finalmente el de un gladiador clásico el resto del tiempo.
Caza de orcas en Ostia
El problema de la película es que “en aquella época, muchos gladiadores elegían esta profesión. La muerte ya no es sistemática. Hay una búsqueda de la gloria posible. Podrían convertirse en estrellas de su momento, el Zidane de hoy, y ya no sacrificables como en tiempos de Espartaco (siglo I a.C.)”, explica el historiador.
Otra aproximación histórica a la película, las batallas navales llamadas naumaquia en el Coliseo no tuvieron lugar en la época descrita. “Bajo Tito, hijo de Vespasiano, en el año 80 d.C., hubo dos naumaquia. Posteriormente, se construyeron los sótanos del Coliseo para instalar decorados, jaulas para los animales salvajes, áreas para los gladiadores, imposibilitando la inundación de la arena”. Sin embargo, se supone que esta película tendrá lugar en el año 211, ¡ciento cincuenta años después! », Explica el especialista.
El historiador también asegura que la presencia de tiburones en esta reconstrucción náutica es ciencia ficción. “Querer poner a Tiburón en el centro de Gladiator II no es creíble”, ríe el autor de “Gladiadores, historia y mito”, publicado por Glénat. Éric Teyssier, sin embargo, recuerda una anécdota que podría haber inspirado a los guionistas de Ridley Scott. “Durante la época del emperador Claudio, una orca quedó varada en el puerto de Ostia después de que un barco que contenía pieles de animales se hundiera en el puerto. Luego, el emperador organizó una caza pública de orcas. Pero fue realmente excepcional y nada en un estadio”, confiesa.
Buen jugador, nuestro historiador pone las cosas en perspectiva. “Me molestan más los documentales pseudocientíficos que podemos ver en determinadas plataformas que Gladiator II, que es pura ficción aunque esté inspirada en la realidad”, confiesa. “Gladiador cambió mi vida. Me empujó a cambiar de especialidad en ese momento. Cuando doy mis lecciones, puedo decir: todo lo que ves allí generalmente es falso. Así que gracias Ridley Scott”, concluye la profesora entre risas.