Descifrado con la perspectiva combinada de cinco expertos: Carole Grimaud (fundadora del Centro de investigación sobre Rusia y Europa del Este en Ginebra), el general Trinquand (ex jefe de la misión militar francesa ante la ONU), el general Pellistrandi (editor en jefe de la revista Défense nationale), Cyrille Bret (investigador asociado al Institut Montaigne, profesor en Sciences Po Paris) y Serhii Plokhy, jefe de la cátedra de historia de Ucrania y del Instituto de Investigación de Ucrania en Harvard.
Volodymyr Zelensky hablará este martes 19 de noviembre ante el Parlamento Europeo, desde Kiev, con motivo de los 1.000 días de guerra de Ucrania contra el invasor ruso.
Un conflicto que ha dejado varios cientos de miles de muertos y heridos, ha arrojado a las carreteras a más de 6 millones de personas y ha alterado los equilibrios militares, económicos y geopolíticos en todo el mundo.
¿Cuáles son las perspectivas rediseñadas por el regreso de Donald Trump? Descifrado con la visión combinada de cinco expertos.
¿Qué equilibrio de poder?
“1.000 días de guerra llevaron a la ocupación rusa de aproximadamente una quinta parte del territorio ucraniano”. observa Cyrille Bret, investigador asociado del Instituto Montaigne y profesor de Sciences Po Paris.
“La ventaja es para Rusia, pero a un coste humano terrible” señala la académica de Montpellier Carole Grimaud, fundadora del Centro de investigación sobre Rusia y Europa del Este en Ginebra, autora del libro “Los estudiantes frente a la guerra rusa en Ucrania, percepción e interpretación de la información” (L’Harmattan).
“En dos meses, para conquistar 120 km², o el doble del territorio de Belfort, los rusos perdieron 80.000 hombres, ¡es una locura! Es un conflicto extremadamente largo y de altísima intensidad, al que ya no estamos acostumbrados”mide el general Jérôme Pellistrandi, redactor jefe de la revista Defensa Nacional.
“Incluso si Rusia pierde muchos hombres, recurre a refuerzos externos (Corea del Norte, milicias, etc.) que le permiten tener un excedente allí donde ataca. Moscú concentra sus recursos en el Donbass desde hace varios meses y, Recientemente, parece capaz de comprometer 50.000 hombres para intentar reconquistar la bolsa de Kursk y lanzar una ofensiva en la región de Zaporizhia.analiza el general Dominique Trinquand, ex jefe de la misión militar francesa ante la ONU, autor de What Expects Us (Robert-Laffont).
En este contexto, para responder en particular al despliegue de soldados norcoreanos, Washington finalmente autorizó, el domingo, a los ucranianos a utilizar armas de largo alcance ATACMS para atacar a Rusia.
Según Carole Grimaud, esta luz verde no invertirá el equilibrio de poder. Pero puede permitir a Kiev “resistir en los 1.000 km² de suelo ruso ocupado o apuntar al puente Kerc. También abre la posibilidad de lanzar la versión franco-británica equivalente Storm Shadow”, señala.
Ucrania necesita esto “Menos restricciones de armas para resistir. Sin esto, los rusos podrían tomar el control de todo Donbass y comenzar a avanzar hacia el río Dnieper, amenazando las principales ciudades de Ucrania, incluidas Dnieper y Zaporizhia”subraya Serhii Plokhy, director de la cátedra de historia de Ucrania y del Instituto de Investigación de Ucrania en Harvard, autor de La guerra ruso-ucraniana: el retorno de la historia (Gallimard).
Y para advertir: “Los rusos están a la ofensiva en todos los frentes, amenazando con avances importantes en los próximos meses”.
¿Qué perspectivas?
“La situación beneficia al invasor a largo plazo: sus posiciones se vuelven cada vez más difíciles de tomar, su ocupación se establece con el tiempo y las posibles negociaciones de paz sólo comenzarán a partir de este hecho consumado”explica Cyrille Bret.
“Por lo tanto, es probable que Rusia busque ganar el mayor terreno posible desde ahora hasta el 20 de enero, fecha en la que el presidente Trump asume el cargo”. comenta el general Trinquand.
“Trump ha prometido poner fin a la guerra en 24 horas. Es posible que comience un proceso de negociación en un futuro próximo, pero la guerra sólo terminará cuando Rusia tenga la oportunidad de continuar su avance y Ucrania no pueda mantener la línea”estima Serhii Plokhy, de Harvard.
“Para Moscú, la intensificación de los ataques con drones contra Ucrania o contra la infraestructura energética marca el deseo de mostrar su superioridad sobre el terreno y su determinación de hacer valer sus condiciones previas para cualquier negociación”. analiza Carole Grimaud.
¿Qué ruta diplomática?
El plan de Donald Trump es “Pasar a Estados Unidos del estatus de partidario de Ucrania al de mediador y su principal palanca de acción anunciada es la reducción del considerable apoyo militar estadounidense a Ucrania (60 mil millones de dólares desde 2022).resume Cyrille Bret. Europa puede aportar un apoyo muy sustancial, pero por el momento su esfuerzo de defensa no le permite sustituir a Estados Unidos”.
Además, “Si en palabras e intenciones el apoyo a Ucrania sigue siendo inquebrantable, en realidad los países europeos luchan por seguirlo y están divididos en sus estrategias de ayuda, limitados por su política interna: Alemania, el principal proveedor de Ucrania, después de Estados Unidos, tomó la decisión de reducirlo es una apuesta segura que Europa, quiera o no, volverá a una solución diplomática.desliza Carole Grimaud.
Volodymyr Zelensky ve reducido su margen de maniobra y por ello anunció, el sábado, su objetivo de silenciar las armas mediante negociaciones en 2025.
“Ucrania, que depende de la ayuda estadounidense y europea, no tendrá otra opción y Rusia tendrá interés en detener los combates para ganar tiempo y poder relanzar su acción más adelante”.anticipa el general Trinquand.
Pero esta negociación plantearía preguntas. “Si Trump acepta el congelamiento de la actual línea del frente, es una forma de capitulación para Ucrania y una completa violación del derecho internacional. Y esto significa que otros podrán volver a trazar las fronteras. Tendremos que seguir armando a Ucrania, porque la amenaza rusa concierne a todos”advierte el general Pellistrandi.