Biden dio el domingo permiso a Ucrania para utilizar misiles suministrados por Estados Unidos para atacar más profundamente a Rusia, un paso largamente esperado mientras las tropas ucranianas que ocupan parte de la región rusa de Kursk se preparan para un ataque de decenas de miles de tropas rusas y norcoreanas.
“Los políticos de línea dura derrocados del poder se niegan a tomar nota de la voluntad del pueblo. Esto no sólo es antidemocrático, sino también extremadamente peligroso”, añadió Szijjártó.
Queda por ver cómo abordará Trump la guerra en Ucrania, ya que el presidente electo ha criticado la ayuda militar estadounidense a Kiev, pero el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy espera aprovechar la política de “paz a través de la fuerza” de Trump.
Sin embargo, Hungría lleva meses pidiendo un alto el fuego inmediato en Ucrania, algo que Zelenskyy rechaza periódicamente y más recientemente lo calificó de “tontería”.
El ministro de Asuntos Exteriores húngaro se dirige a Bruselas para la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la UE que se celebrará el lunes, la primera desde las elecciones estadounidenses de hace dos semanas. Budapest ha sido un caso atípico de la UE en las relaciones continuas con Moscú durante los casi tres años de guerra total del Kremlin en Ucrania.
“Será una batalla dura, porque tenemos que detener la escalada”, añadió Szijjártó.
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