Este verano, una familia pescó una langosta dorada en la isla de Ouessant (Finisterre) y la cuidó durante tres meses. Al ser una especie extremadamente rara, después de su muda, su caparazón será enviado a Estados Unidos para su estudio, informa France Bleu Breizh Izel.
Las langostas doradas, que representan una de cada 30 millones de langostas, son extremadamente raras. Sin embargo, es cierto que esta familia bretona pescó en Ouessant, frente a la costa de Finisterre, este verano, informa France Bleu Breizh Izel. Después de cuidarlo durante tres meses, la familia decidió confiarlo a un acuario local.
“Enseguida vimos que las otras langostas saltaban sobre él, así que lo mimamos, con una piscina de 600 litros de agua y le dimos comida”.dice Ondine Morin, la madre, a los periodistas de France Bleu. Ella y su pareja tienen dos hijos, de 5 años y 15 meses respectivamente. El primero, Sacha, “Se encariñó con él, llamándolo su langosta dorada”.
Las especies más raras de langosta.
La langosta más común en la costa bretona es la langosta azul. La langosta dorada lo parece, pero con “una pequeña diferencia genética”observa Ondine Morin, que creció en la isla, antes de explicar: “Mi compañero tuvo la suerte de pescar una el 5 de agosto en la punta de Pern, frente a la costa de Ouessant, ya que se cree que hay una entre treinta millones de langostas. También hay langostas de color azul eléctrico y langostas albinas a las que llamamos langostas fantasma. , pero la langosta dorada es la más rara.”
Al cabo de unos meses, y ante la proximidad del periodo de muda invernal, la familia decidió contactar con el acuario de Trégastel, en Côtes-d’Armor. Aquí es donde mudará el crustáceo. Su caparazón será entonces “Enviado a Estados Unidos, a Maine, a un profesor que trabaja precisamente con estas langostas. La pregunta es si habrá más con el calentamiento global”. La langosta, por su parte, continuará su vida en el acuario de Audierne, donde sus padres adoptivos podrán visitarla.