La familia del activista negro de derechos civiles asesinado Malcolm X está demandando al FBI, la CIA y el departamento de policía de Nueva York (NYPD) por 100 millones de dólares (79 millones de libras), acusándolos de tener un papel en su muerte.
La demanda dice que las agencias estuvieron involucradas en el complot y no lograron detener el asesinato.
“Creemos que todos conspiraron para asesinar a Malcolm X, uno de los más grandes líderes intelectuales del siglo XX”, dijo en una conferencia de prensa Ben Crump, un abogado de derechos civiles que representa a la familia.
Malcolm X fue asesinado en 1965 cuando tres hombres armados le dispararon 21 veces mientras se preparaba para hablar en Nueva York.
La demanda alega que una relación “corrupta, ilegal e inconstitucional” entre las fuerzas del orden y los “asesinos despiadados” permitió el asesinato.
Un vínculo entre las agencias y los asesinos “no fue controlado durante muchos años y fue activamente ocultado, tolerado, protegido y facilitado por agentes del gobierno”, dice la demanda.
Dice que la policía de Nueva York, en coordinación con las agencias, también detuvo a miembros del equipo de seguridad de Malcolm X días antes del tiroteo y sacó intencionalmente a sus oficiales del interior del salón de baile donde le dispararon.
Agentes federales, incluidos agentes encubiertos, estaban en el salón de baile durante el asesinato y no tomaron medidas para intervenir, alega la demanda.
La familia anunció su intención de demandar el año pasado.
La policía de Nueva York dijo que “rechazará hacer comentarios sobre litigios pendientes” y la CIA no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. El FBI dijo a Associated Press que su “práctica estándar” era no comentar sobre litigios.
Malcolm X fue uno de los principales portavoces de la Nación del Islam, que defendía el separatismo de los estadounidenses negros, antes de su enconada separación de la organización. Tenía 39 años cuando lo mataron.
Un hombre, miembro de la Nación del Islam, confesó haberlo matado.
En 2021, a otros dos hombres condenados por matarlo se les anuló la condena después de que un juez del estado de Nueva York declarara que se había producido un error judicial.
Posteriormente, los dos hombres fueron completamente exonerados después de que el fiscal general de Nueva York descubriera que los fiscales habían ocultado pruebas que probablemente los habrían absuelto del asesinato.
La familia de los hombres condenados injustamente presentó una demanda y ganó 26 millones de dólares de la ciudad de Nueva York y 10 millones de dólares del estado de Nueva York.
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