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Y luego, fue necesaria una chispa, un rayo para asestar el golpe. Llegó de un balón robado al rival, de un saque profundo del genial Thomas Ramos, todavía soberano en su posición de abridor y quirúrgico en sus tiros a portería (6/6), y de un sprint furioso del extremo Louis Bielle- Biarrey, mucho más rápido que los dos últimos defensores rivales, anotó el tercer try francés (51º). El partido terminó con un balón marcado por la defensa francesa bajo los postes neozelandeses, como símbolo de la determinación de Antoine Dupont y sus compañeros. A los azules les queda ahora un último partido, contra Argentina el próximo viernes (21:10), para intentar terminar invictos esta Copa de Naciones de Otoño.